Cuando Mark Manson tenía 20 años se la pasaba de fiesta en fiesta porque eso pensaba que eso lo hacía especial pero en realidad estaba auto-destruyéndose con esos hábitos y actitudes.

Esas actividades que él veía como “increíbles”, no lo eran, en realidad solo eran hábitos superficiales que no lo llevaban a nada y no requerían ningún esfuerzo, él sólo estaba en búsqueda de subidones emocionales temporales que más que felicidad, le traían un montón de frustración por la vida que llevaba.

Lecciones que aprendí del libro: “El sutil arte de que te importe un carajo”.

Mark llegó a la conclusión de que uno de los problemas más grandes que tenemos los humanos hoy en día es que le damos demasiada importancia a cosas que no la tienen, por ejemplo:

Impresionar a otras personas

¿Para qué, cuál es el chiste de eso?. A la única persona que debes impresionar y superar día con día es a ti mismo y sí, tal vez te suene trillado pero es real. La gente siempre va a hablar, opinar y ninguno de nosotros tiene el poder de cambiar los pensamientos de las demás personas.

Tener “éxito”

El éxito es subjetivo. Éxito para ti puede ser tener muchos premios en tu trabajo, ganar mucho dinero y ser un magnate pero para otra persona el éxito podría ser vivir en una cabaña en medio del bosque. 

Comienza a buscar lo que te llene, lo que se sienta bien para ti, lo que te haga feliz y deja de perseguir el éxito que los demás han definido.

¿Para dónde voy, qué quiero, qué es lo que en realidad he querido hacer y no he hecho por miedo al qué dirán?

Ahí te va una historia corta que ejemplifica perfecto este punto:

David (el hermano de mi amiga) estudió medicina por varios años, se graduó y toda la cosa pero la realidad es que su pasión más grande es hacer pizzas. What? Síiii, así como lo lees. David dejó la medicina para echar a andar su negocio. 

¿Su familia? Uf. Están bien enojados jaja pero ¿él? se siente muy bien porque está haciendo lo que en verdad quiere.

Tener la razón en todo

¿No crees que esto es demasiado cansado?

Con esto no te estamos diciendo que no opines o no hables o no defiendas tus ideas. Al contrario, di lo que piensas, háblalo pero tampoco te aferres en querer cambiar la mentalidad de los demás.

Ser feliz todo el tiempo

¿Cómo identificar la positividad tóxica?

-Ocultas o enmascaras tus verdaderos sentimientos

Tratas de "seguir adelante" ignorando o descartando una o varias emociones

-Te sientes culpable por sentir lo que sientes

-Minimizas las experiencias de otras personas con citas o declaraciones que te hacen sentir bien

-Tratas de darle otra perspectiva (por ejemplo, "podría ser peor") en lugar de validar tu experiencia emocional.

-Avergüenzas o castigas a otros por expresar frustración o cualquier otra cosa que no sea positividad.

-Ignoras las cosas que te molestan 

Intentar ser perfectos (lo cual es imposible porque nadie en este mundo es perfecto, somos humanos).

Sentirnos seguros y certeros

Si te enfocas en esto, terminarás siendo una persona vacía porque ocupamos nuestro tiempo con este tipo de cosas sin importancia y nos olvidamos de lidiar con nuestros problemas.

Reconocer lo que realmente nos importa y no lo que “creemos” que debería importarnos.
Cuestiona todo, lo que te importa es porque alguien más te lo dijo o porque 

Hay que ser brutalmente honestos con nosotros mismos:

¿Qué decisiones estamos tomando, cómo pasamos nuestro tiempo, qué estamos descuidando y no deberíamos?

Todo este tipo de preguntas te ayudarán a aclarar el ritmo de tu vida. No hay que echarle la culpa a la gente que nos rodea (tu jefe, tu familia, tu pareja, amigos, el del coche de alado, o a la vida en general, etc). Solo nosotros somos responsables de nuestra realidad. Tomemos responsabilidad.

¿Y si no nos preocupara tanto lo que los demás creyeran de nosotros, cómo te comportarías en realidad?

Hay que dedicar tiempo para analizar estas preguntas y responder con sinceridad, si te lo cuestionas te darás cuenta que nada es para tanto y muchas veces creamos escenarios catastróficos en nuestra cabeza que ni al caso.

Elige que te importe una mi*rda las cosas que no importan y darle la importancia necesaria a lo que es verdaderamente auténtico y lo que se siente sano y suave para ti.

El objetivo es fallar a intentar hasta que nuestro comportamiento esté en línea con lo que verdaderamente queremos para nuestra vida.

Vivimos rodeados de expectativas positivas y ni siquiera nos planteamos que la mayoría de éstas son totalmente irreales.

¿Cómo podemos elegir ser más felices. La clave está en QUÉ ELEGIMOS que nos importe.