De acuerdo con el Family Firm Institute, el 70% de las empresas familiares no sobrevive a la 2da generación y el 90% no llega a la 3era generación. Este dato toma singular relevancia en México, si consideramos que, en nuestro país, 83% de las empresas son familiares y que, en su mayoría, son pequeñas y medianas empresas (PyMes) responsables de generar aproximadamente 70% de los empleos del país.

En México, la mayoría de las empresas familiares están conformadas por la primera generación (66%), un porcentaje menor por la segunda (29%) y sólo 4% por la tercera(1), por lo que la sucesión familiar representa uno de los principales riesgos para la continuación del legado de la familia empresaria. Es por esta razón que la primera generación debe preparar estrategias que minimicen el impacto negativo de para la futura transición generacional, tanto en la familia, como en la operación del negocio.

“No sobreviven las especies más fuertes, ni las más inteligentes, sino las que mejor se adaptan al cambio”.  -Charles Darwin

¿Por qué es importante preparar la sucesión del negocio?

Estamos seguros de que nadie inicia un negocio esperando su fracaso, en el ADN del emprendedor se encuentra la perseverancia y el deseo por trascender, por lo que seguramente has dedicado muchos años a desarrollar tu idea hasta convertirla en un negocio. Esta curva de aprendizaje de la primera generación o generación fundadora se construye sobre una filosofía que debe transmitirse a las futuras generaciones de la empresa para que, a pesar de la innovación y los cambios que se presenten a lo largo del tiempo, la toma de decisión siempre esté motivada por valores consistentes y coherentes.

Por otra parte, la institucionalización es un factor clave para mitigar riesgos, y ya dijimos que la sucesión generacional representa un riesgo cualitativo para las empresas, no por nada los bancos suman puntos extra a las empresas institucionalizadas.  

Este término se refiere a la creación de procesos formales y documentados sonde se identifiquen funciones, responsables, indicadores de desempeño, entre otros elementos de profesionalización. Se trata de poner al mejor jugador en a jugar en la posición que mejor juega, para que el desempeño del talento individual permeé en el resultado colectivo.

¿Cuándo y cómo hacerlo?

Lo ideal es comenzar a tomar acción en una etapa donde la empresa familiar aún no presenta escenarios de conflicto, siempre es más sencillo ponernos de acuerdo cuando estamos de buenas ☺ Así que lo primero que necesitamos es la voluntad de las partes involucradas, tanto de la generación que va de salida, como de la generación que entra tomar las riendas del negocio.

El liderazgo es el pilar de los resultados de la empresa, así que es muy importante identificar a el o l@s sucesores que se convertirán en la piedra angular del proceso de transición y comunicarle el deseo de su involucramiento en el negocio. El proceso de institucionalización comienza cuando desde la Alta Dirección se desarrollan las capacidades, fortalezas y competencias para tomar la estafeta.

La institucionalización del negocio familiar no se presenta de la noche a la mañana, es un terreno que hay que preparar y que transformará una oportunidad, en una fortaleza. Comenzando por la profesionalización de puestos hasta la formación de un Comité Ejecutivo, esa tercera parte que suele ser experta en temas de negocios o consejero de otras empresas, que sigue las tendencias y/o es un experto en tu industria. Pueden ser una o varias personas, hoy es un ejercicio que puedes realizar desde tu Pyme apoyado de asesores financieros especializados sin necesidad de invertir grandes cantidades de dinero.

Los ejes que puedes heredar de tu negocio pueden darse en la Alta Dirección, en la Propiedad del negocio (es decir, dueños con participación accionaria) o una combinación de ambos. Es muy importante que en la parte de la Propiedad lleves a cabo los trámites legales que permitan heredar la participación accionaria bajo los términos jurídicos de tu legislación.

De oportunidad a fortaleza

Pareciera que este proceso es de terror, y que además de un reto, puede desencadenar problemas y descontentos familiares, sin embargo, si este reto se asume con responsabilidad lo más probable es que esta transición le de posibilidades a los nuevos líderes de innovar e implementar una visión más fresca que mantenga vigente al negocio.

Lo que realmente impactará en la continuidad y fortaleza del negocio, será la unión familiar y el trabajo en equipo

Aunque creamos que las cosas siempre van a ir bien, la realidad es que un negocio es como una montaña rusa, y lo que realmente impactará en la continuidad y fortaleza de este, será la unión familiar y el trabajo en equipo.