Como usar la resiliencia para mejorar la productividad

Recuerdo que cuando era niña mi papá me decía que ante las adversidades debía de ser como las palmeras y no como los robles. Y puede sonar raro, pues los robles son árboles muy resistentes, sin embargo, por su rigidez se pueden quebrar con mayor facilidad en comparación con las palmeras, que son de madera más flexible que los anteriores y se podrán doblar, pero difícilmente se van a quebrar.

perro café diciendo yes

¿A qué se refiere la resiliencia?

La palabra resiliencia en su etimología latina, proviene de “resilio” que quiere decir rebotar o volver atrás. Lo resiliente aguanta los choques y sigue adelante.

Ser resiliente es hacer frente a las situaciones adversas y complicadas que se nos presentan a lo largo de nuestra vida, y el hecho de superarlas y salir, no solo bien librado, sino fortalecido, es precisamente a lo que se refiere la resiliencia.

Ser resiliente es saber que cuando no se puede controlar lo que está pasando a nuestro alrededor, e intentar controlar la forma en la que respondes a ello. Ser flexible, como las palmeras.

Por ejemplo, tal vez no podamos controlar el hecho de haber tenido (o seguir teniendo) restricciones de movilidad debido a la pandemia derivada del Coronavirus, sin embargo, sí podemos controlar nuestra reacción y acción ante la situación.

Spider man esquivando enemigos

¿Qué tiene que ver la resiliencia con la productividad?

De acuerdo con la psicóloga especialista en salud ocupacional de positiva Compañía de Seguros, Luana Polo, “Hablar de resiliencia organizacional marcará la diferencia en las empresas, identificar que tan resilientes retornamos al trabajo, evaluar los niveles de resiliencia de los trabajadores en pro de implementar acciones dirigidas a potencializar los equipos y líderes de trabajo, promoverá ambientes laborales sanos, seguros y mentalmente saludables”.

“Hablar de resiliencia organizacional marcará la diferencia en las empresas…”     - Luana Polo -

Es por eso por lo que ser resilientes nos ayudará a ser más productivos, no solo en el ámbito laboral, sino en lo personal, pues estaremos manejando mejor nuestras emociones, y por ende no estaremos con la nube negra rondando sobre nuestra cabeza y nublando nuestra perspectiva de la realidad.

nube moviéndose

Usemos la resiliencia para mejorar nuestra productividad

Ahora, te voy a dejar algunos tips para aprovechar la resiliencia al máximo y que lograr ser más productivo y efectivo en el trabajo, así como en tu día a día:

  • Adáptate a la nueva situación: Todos los cambios resultan ser difíciles, pero principalmente es por la resistencia que ponemos ante ellos, y mientras más pronto te adaptes a la situación, lograrás establecer tus objetivos y metas más rápido, y así estar preparado para lo que se viene.
  • No te des por vencido: No solo es cuestión de motivación, aquí debes de establecer objetivos y metas claros, que sean realistas, y medibles, los cuales te servirán de guía para mantenerte enfocado en lo que quieres lograr.
  • Actualízate: Podría resultar muy similar al punto anterior, pero aquí me refiero a que aproveches y utilices las herramientas tecnológicas a tu favor, las cuales te ayuden a simplificar tus tareas del día, semana, mes.
  • Trágate el sapo ya: ¿Si tuvieras que comerte un sapo hoy (no tienes opción, lo tienes que hacer), a qué hora te lo comes, por la mañana para quitarte rápido el pendiente, pero sobre todo el asco, o lo postergas hasta el final del día y no dejas de pensar en ello? Conclusión, deja de procrastinar, has las cosas que tengas que hacer “a la de ya”.
  • Prioriza: Identifica cuáles son tus actividades primordiales y cuáles son las secundarias. No olvides que lo importante siempre va antes que lo urgente. Para ello puedes apoyarte en aplicaciones como: Harvest, Google calendar, Rescue Time, Asana y Trello, entre otras.
  • Controla tus emociones: Identifícalas y aprende a modularlas, para que no te superen en situaciones complicadas. Rescata siempre lo positivo frente a lo negativo. Mientras más calmado estés, estarás más despejado para realizar tus actividades mejor y más rápido.
  • Exprésate: No te quedes con nada, pues contenerte puede resultar como la olla exprés, llegará el momento en que ya no aguantes presión y explotes. Lo mejor es siempre comunicar de manera asertiva tus emociones y sentimientos (ve el punto anterior), de esta forma, los sentimientos negativos no afectarán tu efectividad en el futuro, ni interferirán con tu estrategia.
  • Keep going: No importa qué tan lento crees que vayas, sigue adelante. Ve dando pasos firmes y sólidos, no pasa nada si no corres, lo importante es que no te detengas.

Robert Downey Jr poniéndose lentes y pulgar arriba

Ahora bien, podemos aprovechar también el contexto de antifragilidad que escribe Nassim Nicholas Taleb en su libro “Antifrágil”, donde habla de la resiliencia en una forma más robusta, haciendo notar en cómo se puede sacar provecho y beneficiarse de las crisis. Y, a diferencia de la resiliencia, menciona que ser antifrágil no solo es resistir, sino que es mejorar ante los sucesos de infortunio.

Gato blanco con dorado poniendose lentes

Fuente:

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