Muchas veces, al ser “Godínez”, podemos contar con ciertas prestaciones y beneficios corporativos que nos brinda la empresa en la que trabajamos.

Entre las más comunes están los vales despensa, más días de vacaciones de los que marca la ley, seguro de gastos médicos mayores, el fondo y la caja de ahorro, entre otros.

Y es en estos dos últimos donde suele haber confusión sobre las características y los beneficios que nos ofrece cada uno.

Ambos tienen como finalidad fomentar la cultura del ahorro entre los colaboradores de la empresa, y se hacen mediante aportaciones con descuento vía nómina. Sin embargo hay algunas diferencias entre estos dos.

Caja de Ahorro

La caja de ahorro es un fondo integrado por los colaboradores, en el que se les va descontando una cantidad de su salario vía nómina, ya sea de manera semanal, quincenal o mensual. Es importante mencionar que este es un ahorro opcional para el trabajador.

En algunos casos la empresa otorga préstamos a los colaboradores que forman parte de la caja de ahorro, regularmente con una tasa de interés más baja que la que pueden encontrar en las instituciones financieras tradicionales.

Los rendimientos que pueden obtener los colaboradores por lo general son superiores a la inflación, y en la mayoría de los casos puede ser más competitiva que algunos instrumentos de inversión. Esto gracias a la tasa de interés que se les cobra a los colaboradores que solicitan los créditos.

Algunas empresas pueden incluso tener dos tipos de aportaciones:

1. Aportación ordinaria: Se desprende de la nómina y será el monto seleccionado al momento de ingresar a la caja de ahorro. En este caso deberá respetar los parámetros de aportaciones mínimas y máximas previamente acordados.
2. Aportación Extraordinaria: En este tipo de aportaciones ya no participa el área de nóminas o tesorería de la compañía, pues es un ahorro voluntario que realiza el colaborador, adicional a lo que ya se le descuenta por nómina. Aquí se les otorga una clabe única e irrepetible a cada uno, para que pueda realizar sus aportaciones adicionales en el banco de su preferencia.

Los ingresos que reciba el colaborador del fondo generado así como los rendimientos de éste no causarán impuesto alguno (artículo 27, fracción XI, de la LISR).

Mi fondo de ahorro

A diferencia de la caja de ahorro, el fondo de ahorro es de carácter obligatorio (si la empresa cuenta con esta prestación), y las aportaciones son en montos similares de ambas partes: del colaborador y del patrón.

Aquí, el plazo y el rendimiento serán los mismos para todos los colaboradores. Cabe resaltar que los rendimientos obtenidos son por concepto de la inversión de los recursos ahorrados.

El fondo de ahorro regularmente se reparte una vez al año (o al término del periodo pactado) y para que los ingresos por este concepto sean deducibles (artículo 93 de la LISR), deberán de cumplir con las siguientes características:

• Las aportaciones de la empresa serán iguales a las que aporta el trabajador.
• Las aportaciones son descontadas vía nómina y no deberán de ser superiores al 13% del salario del trabajador.
• En ningún caso dicha aportación debe exceder del monto equivalente de 1.3 veces el valor anual de la UMA (Unidad de Medida de Actualización).

El fondo de ahorro es una de las prestaciones que hacen más feliz y que más aprecian los colaboradores, pues este puede representar un ingreso extra bastante significativo para ellos, el cual pueden aprovechar para realizar pagos o compra de regalos, entre otros.

Aprovecha al máximo los beneficios de tu caja y fondo de ahorro

Si bien el hecho de recibir nuestro fondo y/o caja de ahorro nos hace sentir ricos e invencibles hay que tratar, en la medida de lo posible, no creernos “El lobo de Wall Street” y empezar a derrochar nuestro dinero.

Para esto te dejo algunos tips que te pueden ayudar a aprovechar al máximo tus ingresos y que no se te vayan como agua entre los dedos:

1. Haz un presupuesto: Es importante que siempre lleves un control de tus ingresos y egresos para evitar que tengas fugas de dinero.
2. No pierdas el control de tus finanzas: Si, te entiendo, yo también me convierto en la persona generosa que a todo mundo le quiere disparar la cuenta o comprar regalos una vez que tengo dinero, pero hay que tratar de no caer en la tentación y tener auto control.
3. Evita gastos innecesarios: Antes de realizar una compra hazte la siguiente pregunta: ¿lo quiero o lo necesito? Sigue la regla de las 48 hrs.: si puedes aguantar dos días sin comprarlo y ya se te olvidó o ya no te da vueltas en la cabeza, quiere decir que no lo necesitabas.
4. Cubre tus deudas o adelanta pagos: Con esto lograrás evitar pagar intereses moratorios, o disminuir tus deudas.
5. Prepárate para imprevistos: Siempre es importante que cuentes con un fondo de emergencia del cual puedas echar mano en caso de que se requiera.
6. Proyecta tus metas financieras: Al proyectarlas tendrás mejor noción de cuánto es exactamente lo que puedes gastar y de cuánto es lo que debes de ahorrar.
7. Planea tu futuro: Recuerda fijar tus objetivos de corto, mediano y largo plazo y mantente firme ante tu plan de acción.
8. Invierte: Acércate a un asesor y busca inversiones que puedan cubrir las necesidades que mejor se adecúen a cada uno de tus objetivos, que te generen rentabilidad, liquidez, seguridad y estabilidad para tus finanzas.

Ya tienes la clave

Ahora que ya conoces las diferencias y los beneficios que te generan los ingresos por fondo y caja de ahorro, ¿Qué esperas para armar tu plan de acción y hacerlos rendir mejor?

Estos ingresos te pueden ayudar a lograr materializar los sueños que han estado rondando en tu cabeza desde hace mucho tiempo. Recuerda que nunca es tarde para comenzar.