El presupuesto 50/30/20: si ganas $12,500 y te cuesta ahorrar

El presupuesto del 50/30/20 es la regla de oro para tener unas finanzas sanas, y consta de dispersar el 50% de tus ingresos en gastos fijos, que son los necesarios para vivir y trabajar, 30% para tus gustos y 20% para el ahorro.

Sin embargo, el ahorro muchas veces es la parte del presupuesto más difícil de cumplir.

Una mezcla de tener más gastas de los que en verdad podemos financiar y una bola de malos hábitos, suelen apoderarse de lo que debemos destinar para el ahorro.

Pero los malos hábitos hay que combatirse con buenos hábitos, y en esta ocasión proponemos una modificación de la regla del 50/30/20 para empezar a ahorrar.

¿Cómo puedo empezar a ahorrar?

Si nunca has ahorrado en tu vida, empezar puede ser todo un reto, es por ello que esta dispersión del 70/20/10 te ayudará a empezar a crear el hábito que cambiará tu vida.

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hombre de negocios con una moneda en una alcancía para ahorrar dinero

Alcanzar tus metas y poder pagar por tus futuros gastos es posible, siempre y cuando aprendas a ahorrar.

3 gastos futuros que debes tomar en cuenta

El futuro es incierto, pero lo que sí es cierto es que vendrá acompañado de algunos gastos como:

1. Gastos inesperados

Estos son los gastos que no puedes anticipar que van a ocurrir, algunos ejemplos son accidentes, enfermedades o la muerte de un ser querido.

2. Gastos anticipables

Se trata de gastos futuros que sabes que van a ocurrir, pero no sabes cuándo, algunos son muy rutinarios, como pagar la tenencia del auto, el predial, ir al dentista, y otros gastos de mantenimiento (que ayudan a prevenir gastos inesperados).

Para otros falta más tiempo para que sucedan, como puede ser el pago de la educación de tus hijos, el retiro y hasta tu muerte.

3. Gastos que te propones hacer

Son gastos causados por tí mismo, regularmente estos gastos te ayudan a tener una vida mejor, dependerán mucho de tus prioridades y tus objetivos tanto en el momento futuro como en tu vida.

Pueden tratarse desde vacaciones cortas o largas, visitar un lugar que es importante para ti, o ir a conocer otras partes del mundo.

Algunos de estos gastos son más determinantes, como cuando decides invertir en educación o solucionas tu transporte con un vehículo, la vivienda con un lugar dónde vivir o cuando decides iniciar una familia con tu pareja.

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Concepto de ahorrar dinero para comprar una casa.

¿Pueden tus gastos convertirse en una meta?

Cuando te propones a cumplir estos gastos en un periodo de tiempo determinado y tomas acciones para hacerlo, por sí mismo eso ya es una meta.

Si las acciones que definas necesarias para cumplir tu meta incluyen ahorro (o inversión) para convertirlas en realidad, eso puede llamarse una meta financiera.

¡No se trata de ponerle nombre bonito a las cosas! Es en verdad una meta financiera, que se puede hacer con metodologías para cumplir objetivos o que se puede planificar a extenso detalle para hacerlo, existen formas, pero cuando se trata de alcanzar un resultado esperado (dentro de lo ético y legal), los medios salen sobrando.

Alcanzar estas metas otorgan un sentido de satisfacción similar a la frase mexicana “ya chingué”, se trata de un sentido padre de autorrealización, otra vez un mexicano un “Si le echas ganas, ¡si se puede!”.

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mujer joven celebra la victoria al aire libre sobre un fondo azul claro

La mentalidad de ganador

Se trata de encontrar la motivación correcta para soportar el sacrificio, ya sea en el bien por sí que se quiere obtener:

Imagínate qué podrías hacer con esa gasto que quieres hacer

Regularmente existe una mezcla de sentimientos conforme se van realizando estos gastos que se convirtieron en metas financieras:

Gastos inesperados y anticipables

Estos suelen venir acompañados de un sentido de seguridad compuesto por un buen grado de alivio y un tranquilizante nivel de certeza por el qué vendrá.

Además del ahorro, existen algunas herramientas que nos pueden ayudar para estos gastos, como los seguros, que algunos especialistas califican de necesarios, con base en la certeza de que tarde o temprano se van a usar, como es el caso de los seguros de auto, de accidentes, gastos médicos.

Como metas de ahorro (e inversión), bien se puede empezar por un fondo de emergencia, y por supuesto un fondo para el retiro (que complemente al Afore).

En caso de tener hijos, vale mucho la pena tomar en consideración una segubeca, que mezcla el ahorro con un seguro o incluso un seguro de vida, que puede contar con esta característica.

Gastos que te propones a hacer

Cuando realizas un gasto para mejorar tu vida para el cuál ahorraste (o invertiste) tu dinero, puede venir acompañado de un sentimiento de autorrealización compuesto de orgullo y emoción de que tu sacrificio de ahorrar valió la pena.

Aquí juegan una parte muy importante las prioridades y proyección de vida individuales, es por ello que el sentimiento de autorrealización juega gran parte, ya que pueden variar mucho de una persona a otra.

Algunos de estos esfuerzos también proporcionan alivio, ya que no será necesario continuar con esa meta de ahorro, pero seguramente vas a querer tener una nueva meta que también valdrá la pena perseguir.

Retos para alcanzar tus metas

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