Hacerlo todo sol@ es imposible y limitado, somos seres humanos con cierta cantidad de horas y energía, esas son razones suficientes para decirte por qué delegar es necesario.

DELEGAR es fácil de decir, lo difícil es llevarlo a la acción.

Solemos ser conscientes de que nos vendría bien un poco de ayuda, que podríamos hacer más con el equipo adecuado, sin embargo, cuando la ayuda llega, ponemos resistencia a “soltar” tareas y responsabilidades, nos cuesta trabajo subir de nivel para tomar la dirección de un proyecto e incluso surgen algunos sentimientos de celos sobre los resultados… después de todo “yo podría hacerlo mejor”.

¿Por qué nos cuesta trabajo delegar?

El ser humano tiene la capacidad de ser perseverante, está en nuestra naturaleza empezar de cero y encontrar la manera de hacer suceder las cosas, esta nos da una falsa creencia de que todo lo hemos logrado gracias a nuestra manera de hacer las cosas y que, por lo tanto, nadie podrá hacerlo mejor que yo.

Esto es a lo que me refiero con tener la capacidad de subir de nivel y ver más allá de los resultados a corto plazo y de la micro-gestión, un concepto negativo del liderazgo que se refiere a un excesivo control sobre las tareas delegadas, cuestionando gestos, explicaciones, formas, comunicación que se transforman en un caudal de energía desbordada ¿te suena familiar?

Sube de piso

La capacidad para subirnos de piso en el liderazgo empresarial es entender que delegar es una habilidad directiva que te permitirá liberar tiempo y espacio en tu cabeza para enfocarte en tareas estratégicas, en tu desarrollo personal y en tu papel de líder.

Este enfoque te permitirá pasar de lo que puedes hacer, a lo que puedes gestionar y delegar se trata de precisamente de gestionar personas, tareas y tiempos. Algo que me encanta de la visión de las finanzas es que l@s financieros somos estrategas en todo lo que hacemos, es decir, buscamos optimizar tus recursos y obtener los mejores resultados. Así que delegar se trata un poco de ponerse el sombrero de financier@ y optimizar tus propios recursos.

Delegar es una habilidad directiva que te permitirá liberar tiempo y espacio en tu cabeza.

Delegar con éxito

Al principio de este artículo te mencioné que delegar no es una tarea sencilla, sin embargo, es un hecho que cuando se trata de trabajar en equipo, no hay otra manera de avanzar que no sea delegando una y otra vez, empoderando y desafiando a los miembros a través de la asignación constante de diferentes responsabilidades.

Cuando se trate de delegar en tu organización, recuerda poner el foco en el resultado, déjame compartirte una frase de tía que puede explicar mejor lo que te quiero decir: “muchas veces es mejor hecho, que no hecho por estar perfectamente hecho”. Tal vez existen personas en tu equipo que no lo harían exactamente (y perfectamente) como tú, pero que también tienen la capacidad de llegar al resultado deseado.

No te olvides que toda responsabilidad conlleva una curva de aprendizaje, por lo que seguramente deberás delegar a diferentes niveles; no es lo mismo asignar responsabilidades a un nuevo elemento a quien deberás proporcionar muchos detalles y contexto sobre la tarea a realizar, que si lo haces a un elemento con mucha más experiencia con quien seguramente sólo será necesario revisar puntos finos. Ten en cuenta esto y ponle empatía a tu liderazgo.

La clave del éxito al delegar es rodearte de personas mejores que tú en diferentes aspectos, y confiar en sus habilidades y talentos; con plena confianza, será más sencillo elegir a la persona indicada para cada tarea y entonces sí, “zapatero a tus zapatos”. Recuerda que todo esto solo se logrará si subes de piso como líder y enfocas tu tiempo y esfuerzo en potencializar la productividad del equipo y en su desarrollo como personas.