¿Las criptomonedas son las monedas del futuro?
Hugo Alberto Quiroz Martínez Escobar
Viernes, 30 de julio de 2021
Hace doce años el concepto de criptomonedas no existía en nuestro vocabulario y en el manejo diario que escuchábamos en las noticias y en las pláticas de negocios y de café.
A partir del 3 de enero de 2009, fecha cuando entra en funcionamiento la primera red punto a punto (P2P o peer-to-peer) basada en un protocolo llamado Bitcoin es que se empieza a desencadenar una serie de tecnologías y actividades que, hoy en día, son más del dominio público. Conceptos como Bitcoin, criptomonedas, criptoactivos, Blockchain (Cadena de Bloques), carteras digitales (Wallets), moneda digital, criptominería, entre otros, ya los escuchamos en las noticias, los leemos en los periódicos y son centro de atención de grandes celebridades y naciones tratando de impulsarlas o condenarlas.
Hoy en día, cuando hablamos de criptomonedas hacemos referencia a sistemas y medios de pagos, mercancías, estrategias de ahorro y estrategias de inversión. Los sistemas se han democratizado al grado que, casi cualquier persona, puede tramitar una cartera digital o Wallet y contratar los servicios de un Exchange o punto de encuentro para las transacciones comerciales de criptomonedas. Una persona con una transferencia electrónica desde su banco (SPEI) y unos cuantos clicks desde su celular y/o computadora puede ser dueño de Bitcoin, Ether, XRP, Dogecoin, Cardano, Litecoin, DAI, TrueUSD, Polkadot y más de 10,000 diferentes criptomonedas que se encuentran activas en la actualidad según CoinMarketCap (https://coinmarketcap.com/).
¿En qué se sustentan las criptomonedas?
La tecnología que ha hecho posible todo el mundo de las criptomonedas es la Blockchain o Cadena de Bloques. Un concepto que plantea una enorme revolución no solo en nuestra economía, sino en todo tipo de ámbitos.
Blockchain es un libro público de transacciones. A través de nuestros bancos y el sistema financiero nacional estamos acostumbrados a que cualquier transacción de dinero (envío, recepción, pago, acreditación, etc.) depende de un intermediario que es quien apoya el proceso y valida la transacción; lo cual centraliza todos los movimientos y elimina todo el control que tienen los usuarios.
Con una Blockchain el control de las transacciones recae completamente en los usuarios, lo cual descentraliza la gestión de dichos movimientos ya que esta tecnología convierte a cada usuario en un nodo (punto) de resguardo y gestión del libro de registros que se encarguen de verificar esas transacciones para validarlas.
En términos simples, una Blockchain es un gigantesco libro de cuentas en el que los registros (los bloques) están enlazados y cifrados para proteger la seguridad y privacidad de las transacciones; es decir, una base de datos distribuida y segura (gracias al cifrado).
El funcionamiento de una Blockchain es el siguiente:
- Una persona quiere enviar dinero a otra.
- La transacción se representa en la red como un “bloque”.
- El bloque se transmite a todas las partes de la red.
- Los que están en la red (nodos) aprueban que la transacción es válida.
- El bloque entonces puede añadirse a la cadena, esto proporciona un registro indeleble y transparente sobre las diferentes transacciones.
- El dinero se mueve de una persona a la otra.
Gracias a esta característica de cifrado, descentralismo y certeza es que la tecnología de Blockchain está destinada a cambiar el mundo tal cual lo conocemos. En la actualidad, no sólo se usa en el mundo del dinero o la economía; también hay proyectos en el registro de propiedades, pagos en el mundo real, carsharing, almacenamiento en la nube, identidad digital, música, servicios públicos y gubernamentales, seguridad social y sanidad, gestión de autorías, entre otras muchas aplicaciones.
¿Las criptomonedas son las monedas del futuro?
Muchas personas pueden ser sorprendidas o hasta mostrar síntomas de miedo hacia las criptomonedas como monedas digitales y medio de pago y transacción; pero recordemos que el dinero digital no está tan alejado de nuestro uso diario como podemos creer.
Nuestro sueldo nos lo depositan a una cuenta de nómina bancaria, a través de la tarjeta de débito y de crédito realizamos pagos, a través de las aplicaciones de banca móvil o carteras digitales (Wallets) hacemos transacciones y pagos de servicios, impuestos, alimentos, tiempo aire para el celular y, todas estas actividades, sin tocar dinero de manera física.
Las criptomonedas tienen la misma función que el dinero que utilizamos en nuestro día a día, ya que nos sirven para pagar por productos o servicios. Ahora bien, cómo es dinero de tecnología digital, este puede ser hackeable y es por eso que entra la criptografía en juego para poder darle más seguridad.
Las criptomonedas son sistemas que permiten pagos seguros en línea que se denominan en términos de “tokens” virtuales, que están representados por entradas de contabilidad internas en la Blockchain.
El único problema que presentan las criptomonedas con mayor capitalización hoy en día es que su valor no es estable, no hace referencia a un factor de estabilidad o tienen un colateral que los sostengan en un valor con poca o nula fluctuación. Esto presenta un serio problema para que sean aceptadas como un medio de pago más universal. Por fortuna, existen una serie de monedas estables o Stable coins que buscan tener un valor con poca variabilidad y pueda, en un futuro, ser un medio de pago y de paso a monedas digitales más universales.
En estos momentos existen una serie de esfuerzos de muchos países de formar sus Central Bank Digital Currency (CBDC) con el objetivo de construir una serie de stablecoins reguladas.
China está trabajando con el Yuan Digital y se espera que esté operativo en los Juegos Olímpicos Invernales Beijing 2022. La Unión Europea está trabajando con el Euro Digital y, en octubre de 2020, el Banco Central Europeo estableció la idea de su creación a través de la aprobación del borrador del MICA (Markets in Capital Assets). Finalmente, Japón está trabajando con el Yen Digital, ha creado el Digital Currency Forum donde se han discutido y aceptado las implicaciones técnicas para que se comience a desarrollar a partir de abril de 2021.
Por lo tanto, podemos considerar que las criptomonedas que conocemos son la base del dinero del futuro, gracias a las características de la Blockchain los países establecerán sus bancos digitales y desarrollarán su propia moneda con un valor estable para poder ser usado como medio de pago. El futuro nos sonríe en cuestión de las transacciones comerciales, la emisión del dinero y la manera en la que lo usaremos.
