¿Puedo deducir mi viaje al Mundial como vacaciones?
Aaaaaaah, ¡qué emoción! El 20 de noviembre empieza el torneo de fútbol más importante de todo el mundo.
A partir del lunes 20 de noviembre tendremos a las 32 mejores selecciones nacionales de fútbol jugando diariamente para conocer al combinado de 26 jugadores más eficiente a la hora de patear el balón y meterlo en un rectángulo de 7.20 por 2.40 metros delimitado por tres postes blancos. Pffff, cómo me encanta el fútbol.
Dime, ¿tú tienes planeado visitar Qatar para disfrutar de este magno evento que estará sucediendo por todo ese país durante un mes entero?
Si es así, déjame decirte que sí te envidio porque podrás ver a Messi ganar lo último que tiene pendiente, pero no tanto porque ese Mundial no tendrá cheve en los estadios y ver fútbol sin cerveza para mí es como dormir sin almohada.
¿Se puede deducir?
¡Pero a lo que nos truje, Chencha! ¿Qué onda con todo ese gasto que haré para ir al Mundial? ¿Sí lo puedo deducir o no?
Pues en estricto sentido, no, no puedes, jejeje. Debemos recordar que para que un gasto sea deducible en el régimen de actividad empresarial o como persona moral, debe de ser, primero que nada, estrictamente indispensable para poder llevar a cabo tu actividad económica.
Definamos un poco más ese concepto de estrictamente indispensable. Ejemplo: si yo me dedico a la venta de pantalones y camisas, es lógico que tenga que comprar materias primas, papelería, celulares, computadores, etcétera; y los puedo hacer deducibles aún y cuando no se haya dirigido ese gasto a mi actividad económica.
Pero lógicamente no puedo hacer deducible un perro de raza pastor alemán porque no hay motivos para que yo necesite un perro para poder vender camisas y pantalones.
Imaginemos cosas Ch%#@$
Ahora, si me dedico a la prestación de servicios de seguridad privada, muy probablemente si voy a necesitar un pastor alemán para adiestrarlo y que me ayude a prestar un mejor servicio en mi negocio, aún y cuando el perro lo haya adquirido como mascota para mi hogar.
El gasto puede hacerse deducible si es congruente con tu actividad económica, aún y cuando el gasto no lo hayas hecho verdaderamente para tu negocio.
Con este ejemplo, ¿tomarte unas vacaciones en Qatar es indispensable para tu negocio?
Ningunas vacaciones, ni siquiera al Balneario que está en las afueras de tu ciudad, son deducibles pues para que tu negocio jale, lo último que necesitas es irte de vacaciones, obviamente, aunque sean muy merecidas.
Así que siendo muy puristas no deberías pasarle las facturas de tu viaje al Mundial a tu contador.
El chanfle para meter gol
Pero supongamos que tu empresa se está expandiendo y tuviste que ir a ver a un posible proveedor o posible comprador en Qatar. Bueno, eso sí, que cambia la cosa, ¿verdad?
Por ejemplo, algunas televisoras mandarán legiones enteras de comentaristas, periodistas, analistas deportivos, exfutbolistas y demás al Mundial para llevar a cabo la cobertura.
Nadie discute que ese viaje será un gasto estrictamente indispensable para poder llevar a cabo sus actividades televisivas en el Mundial.
Así que sí hay formas en las que el viajecito a Qatar sea deducible. Si hay un peso de negocios de fondo que justifique tu viaje, seguro que podrás defender el gasto en alguna revisión que el SAT te llegue a hacer siempre y cuando muestres evidencia de que tienes nexos comerciales en Qatar (con contratos, facturas, soporte documental, etc.)
Pero créeme que sin este tipo de evidencias, te van a poner muchos peros para darle efectos fiscales al gasto que intentas deducir.
Deducción sin penalty
Al final de cuentas, da igual si fuiste a hacer negocios, si fuiste a ver a Messi ganar el Mundial o un poco de ambas. La realidad es que si pides facturas de tu viaje y las metes en tu declaración, la única forma en la que el SAT te llegue a cuestionar ese gasto es si inicia sus facultades de comprobación en tu contra.
Así que el simple hecho de deducir tu viaje, aunque no deba de ser deducido, no constituye por sí solo el riesgo de que te caiga la autoridad, aunque quizás sí lo eleve.
Yo te recomendaría no intentar deducir tu viajecito si no tiene peso de negocios que te ayude a sustentar tu decisión en una posible revisión.
Más vale no meter mano
Mejor arma tu presupuesto para vacaciones y úsalo para este viaje para que ya hayas presupuestado el gasto, que sea dinero que ya tenía ese destino y no tengas luego la tentación de andar de creativo metiendo deducciones insostenibles para tratar de aminorar el impacto económico del viaje.
Recuerda que lo mejor es siempre estar en paz y en orden con el SAT para ti y para tu negocio.