Todo sobre la e.firma

Benditos sean los avances tecnológicos, ¿no crees? ¿Recuerdas cuando el cartero del Servicio Postal Mexicano (SEPOMEX) pasaba en moto a dejar la correspondencia en el buzón de tu casa? ¿Recuerdas cuando la música debía ser distribuida por CD? ¿No tienes alguna reminiscencia de cuando teníamos que mandar revelar el rollo de la cámara fotográfica y guardar las fotos impresas en algún álbum?

Pues ya nada de eso existe (el correo postal sí pero es poco usual) y quizás estás muy chavo para que siquiera te hayan tocado esas cosas de antaño. Hoy en día todo es digital. Los correos se mandan por email, la música está almacenada en la nube y basta con hacerte una cuenta en una app para poder escucharla en tu celular y las fotos las tomas en el celular y las subes a Instagram. Ya todo es digital… inclusive el firmado de documentos electrónicos.

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Así es, si quieres saber qué rayos es la e.firma, para qué sirve y cómo se puede tramitar, quédate que yo te platico todo eso. Pero antes veamos un poco de historia.

Historia del firmado electrónico:

No te voy a aburrir con mucha historia, solo quiero que sepas que, si bien hoy en día está agarrando mucha fuerza el firmado electrónico y es cada vez más común que la gente cuente con su firma electrónica, la autentificación de la identidad del firmante en documentos electrónicos es un concepto que existe desde hace ¡décadas!

Por allá de los años 70s, unos cuates de nombre Whitfield Diffie y Martin Hellman desarrollaron un protocolo criptográfico que permitía corroborar la identidad del firmante en documentos digitales. No te hablaré de los tecnicismos de programación y decodificación porque, la verdad, ni los entiendo. Pero con el pasar de los años, esta tecnología de verificación de autenticidad electrónica fue tomando forma, hasta que en el 2003, y de manera paulatina, fue siendo incorporada en las leyes y cotidianidad mexicanas hasta hoy en día que es una realidad absoluta y que se usa para muchas cosas.

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¿Qué es la e.firma?

En esencia la Firma Electrónica Avanzada, su nombre técnico, o e.firma para los cuates, no es precisamente una firma sino una identificación personal para el mundo digital.

Según la Ley de Firma Electrónica Avanzada (sí, hay una ley de eso en México) en su artículo 2, fracción XIII, es “el conjunto de datos y caracteres que permite la identificación del firmante, que ha sido creada por medios electrónicos bajo su exclusivo control, de manera que está vinculada únicamente al mismo y a los datos a los que se refiere, lo que permite que sea detectable cualquier modificación ulterior de éstos, la cual produce los mismos efectos jurídicos que la firma autógrafa”.

En otras palabras, la e.firma es, para efectos jurídicos, lo mismo que tu firma autógrafa por lo que tiene el mismo valor firmar un documento digital con tu e.firma a firmar un documento en físico con tu puño y letra, ¿okey? Toma nota de eso.

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¿Qué documentos componen a la e.firma?

La e.firma se compone por 4 documentos:

• Un documento llamado certificado con extensión .cer
• Un documento llamado llave privada con extensión .key
• Un documento llamado requerimiento con extensión .req
• La contraseña de la llave privada

Luego la gente es medio despistada y anda perdiendo cosas, entonces deja te hago una ligera advertencia. Si pierdes el .cer o el .req no hay bronca. El .cer lo puedes volver a descargar desde una plataforma del SAT llamada CertiSAT. El . req la neta yo nunca he sabido para qué sirve, una vez que tienes la e.firma nunca lo vas a usar. Así que no pasa nada si pierdes uno de estos dos documentos.

Pero si pierdes el .key o la contraseña de llave privada, ya valió gorro tu e.firma. Vas a tener que ponerte a cazar citas (ya hicimos un artículo al respecto, pásale a leerlo en el blog de Querido Dinero) y luego ir al SAT a tramitar otra e.firma. No digas que no te advertí, ehhhh.

¿Para qué sirve la e.firma?

Pues como ya te he estado comentando, la e.firma sirve para autentificar tu identidad en el mundo digital. Pero te voy a dar algunos trámites muy puntuales para los que la necesitas por fuerza.

Primero que nada debes saber que para emitir facturas en la nueva versión 4.0 necesitas tener e.firma a chaleco, seas persona física o moral. Si vas a avisarle al SAT que te cambias de domicilio fiscal, necesitas la e.firma. Si vas enviar una declaración como persona moral, necesitas la e.firma. En fin, con el SAT la andas ocupando para chorros de cosas.

Pero la e.firma también juega en otras cosas de Gobierno. Por ejemplo, desde el 2018 necesitas tu e.firma para poder recibir tu cédula profesional, así que la Dirección General de Profesiones de la SEP también te pide e.firma si quieres presumir tu grado de licenciatura, ¿okey?

También quiero que sepas que he visto algunos contratos en PDF firmados con e.firma, por lo que celebrar contratos digitales también es posible ahora con la e.firma.

Sirve para muchas cosas, como podrás darte cuenta. Y lo mejor es que cada vez servirá para más cosas, te lo aseguro.

¿Cómo rayos la consigo?

Bueno, ya vimos todo lo que se puede hacer con la e.firma y que inclusive tiene su propia ley en el marco legal mexicano. ¿Y cómo rayos le hago para conseguirla?

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Pues te cuento que según la Ley de Firma Electrónica Avanzada, las 3 autoridades certificadoras, es decir, las 3 autoridades facultadas para emitir la e.firma son la Secretaría de la Función Pública (SFP), la Secretaría de Economía (SE) y el SAT.

Entonces se supone que yo podría pedirle mi e.firma ya sea a la SFP, a la SE o al SAT. Pero la realidad es que el único que tiene una infraestructura para atender a los interesados en generar la e.firma es el SAT. Así que, si quieres tramitar tu e.firma, tienes que generar por fuerza una cita en el SAT. Generar la cita es muy sencillo, lo difícil es encontrarla. Pero lo puedes hacer desde el portal del SAT o inclusive poniendo en la barra del buscador “cita e.firma” y dando clic al primer resultado que te arroje.

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Pues ya sabes lo que es la e.firma, un poco de su historia, de qué se compone y cómo puedes obtenerla. Te recomiendo que si no tienes la tuya, vayas viendo cómo tramitarla porque tarde que temprano la revolución tecnológica nos va a alcanzar y más vale estar preparados.