Las palabras matrimonio y patrimonio tienen un origen similar, de acuerdo con su etimología la terminación -monio procede de la palabra latina ‘munia,-ium’ que significa deberes, cargos, ocupaciones. Cargos, deberes y ocupaciones se adquieren al momento de contraer matrimonio, es por eso por lo que asociamos este ritual a un alto nivel de compromiso y a un vínculo para toda la vida.

En el matrimonio, estos deberes y acuerdos se materializan entre dos personas que tienen un objetivo en común: formar una familia (con o sin hijos) en donde ambas partes participarán para poder crear e incrementar su patrimonio. Esta tarea se dice más sencilla de lo que en realidad es, pues, como si fuera una “mini” empresa, tendremos que organizar los recursos, a las personas, las actividades, las adquisiciones, las ventas, los gastos y todo alrededor de esta pequeña empresa a la que llamamos familia.

Este acuerdo se realiza mediante la firma de un contrato civil (matrimonio civil) que representará un cambio en nuestro estado civil de Solter@ a Casad@, pudiendo formar una sociedad conyugal, por bienes separados o mixta. Dependiendo del tipo de sociedad que elijan, se establecerán ciertas normas para el manejo de su patrimonio familiar:

Sociedad Conyugal – Bienes mancomunados

Mejor conocida como “bienes mancomunados”, en este acuerdo ambos son propietarios de todo lo que se adquiera durante el matrimonio. Inclusive existe la opción de aportar los bienes adquiridos antes del matrimonio si así lo desean.

Separación de Bienes

En esta opción, cada contrayente administra sus propios bienes durante la vigencia del matrimonio, con la característica de que ambas partes deben aportar al patrimonio de la familia.

Régimen Mixto

En este régimen la pareja decide cuáles son los bienes que quieran aportar a la sociedad (como en Bienes mancomunados) y cuáles no (como en Separación de bienes). Además, pueden decidir en qué porcentajes será propietario cada uno.

Si bien, la unión matrimonial nace de una decisión por amor, el contrato jurídico del matrimonio representa el vehículo legal que dictará las reglas del juego para construir el patrimonio familiar. En esta ocasión queremos contarte sobre las ventajas financieras del matrimonio sin importar el tipo de sociedad que elijan.

Prestaciones sociales

Una de las principales ventajas del matrimonio es que le permitirá a tu cónyuge acceder a ciertas prestaciones sociales que bajo la figura de unión libre no podrías hacerlo; así como tú reconoces a tu pareja por este gran paso hacia el compromiso, el gobierno también apoya y favorece la decisión de formar un matrimonio civil. Por ejemplo, en el tema de las pensiones la mujer casada puede recibir hasta 50% de los beneficios de Seguridad Social del marido mientras esté vivo, en caso de fallecimiento de alguna de las partes, el o la cónyuge puede recibir hasta 100% de los beneficios si estos eran mayores a los propios.

El Instituto Mexicano del Seguro Social también ofrece beneficios para las personas que pueden demostrar su unión legal, recuerda que como derechohabiente puedes extender los beneficios del uso de los servicios de Salud de Seguridad Social para tu pareja, lo único que tendrás que hacer es inscribirla y mostrar los documentos legales correspondientes. Además, si eres esposo o esposa de un asegurado o pensionado ante el IMSS que fallece, puedes solicitar una pensión por viudez, sólo que mucho ojo con las infidelidades, porque si existen dos o más espos@s o concubinarios, ninguno de ell@s tendrá derecho a esta pensión.

Beneficios fiscales

Todas las personas físicas pagamos impuestos directos por acumular riqueza, este es el impuesto que conocemos como ISR o Impuesto Sobre la Renta mismo que se calcula de acuerdo a tus ingresos acumulados, es decir, a qué tanto dinero recibiste en el año. Si recibes fuertes cantidades de dinero que provienen de un extrañ@ la autoridad fiscal te solicitará hacer el pago de impuestos correspondiente. 

Si dichos ingresos provienen de tu pareja, entonces no te preocupes, la autoridad fiscal también reconoce el trabajo en equipo, así que NO considera como ingresos acumulados los donativos entre cónyuges. También cuando se trata de heredar activos podemos hacer uso de este beneficio fiscal, por ejemplo, si uno de los cónyuges fallece y deja como herencia una casa, su pareja podrá heredarla sin incurrir en pago de impuestos.

Protege lo que más amas

Si decidimos casarnos por amor, entonces, ¿por qué no proteger lo que más amamos? Aprovecha los beneficios de los seguros de gastos médicos que te permitirán compartir una póliza (coaseguro) con tu cónyuge, donde además los costos y las primas son menores que si contratarán una póliza por separado. Si cuentas con un seguro de gastos médicos privado como parte de tus prestaciones como colaborador, consulta si es posible incluir a tu cónyuge en este beneficio y hazlo.

Amor sin fronteras

Cuando el proyecto de vida llamado familia tiene planes a futuro fuera de su país de origen, también es importante proteger este plan a futuro con el contrato de matrimonio, ya que, si buscas emigrar y aplicas para una visa de trabajo, pero no te encuentras actualmente casad@, es muy probable que el país de destino solamente acepte a la persona que se está postulando. 

Si tu pareja vive en otro país y tu deseo es mudarte a ese destino, entonces también debes saber que el matrimonio te da el beneficio de la ciudadanía, pues en la mayoría de los países se puede tener acceso a la nacionalidad de la pareja por el simple hecho de estar casados.

Aunque el matrimonio es una decisión de amor, es importante pensar en los planes a futuro en pareja y en la administración de esta “mini” empresa que están formando juntos, si el sueño es que esa “mini” empresa se convierta en un enorme y próspero corporativo, entonces tendrán que hablar de dinero y organizar las finanzas del hogar. Recuerda que elegir a tu pareja es igual que elegir a tu soci@ de vida.