El Job Hopping es un término reciente derivado de las nuevas tendencias del mundo laboral, así que antes de hablar de sus ventajas y desventajas, es necesario que definamos este concepto que se refiere al comportamiento de cambiar con frecuencia de trabajo o profesión. Esta práctica que, durante muchos años no estaba bien vista, ha cambiado con la visión de l@s millennials, los “nuevos adultos” que conforman la mayor parte de la población económicamente activa. Esta generación vivió la transformación de lo análogo a lo digital, aprendió a usar la tecnología y abrió las puertas de la globalización cibernética, por lo que, con el acceso a la información, pudieron conocer y aspirar a las condiciones laborales que se ofrecen en el exterior.

Esta nueva tendencia es común entre profesionistas menores de 34 años y suele ser un efecto de la falta de arraigo a la compañía, es decir, de no compartir su propósito, ni su política de retribuciones o su plan de carrera. Las empresas suelen buscar a una persona que cubra un perfil, por lo que el enfoque está en la posición y no en la persona, así que no ofrecen puestos que representen desarrollo y crecimiento para los y las millennials.

Nuevo paradigma

Los profesionistas que hoy representan el grueso de la población económicamente activa, han enfrentado crisis mundiales (incluyendo la pandemia) desde su salida al mundo laboral, por lo que su confianza en la estabilidad laboral es mucho menor a la de generaciones anteriores, lo que a su vez representa un cambio en su escala de valores; tener un empleo no es sinónimo de seguridad, por lo que buscan motivaciones más profundas, orientadas a su bienestar y con mayor flexibilidad, finalmente, ¿por qué seguir trabajando igual que hace 50 años cuando hoy tenemos tecnología?.

El dinamismo derivado de la tecnología representa un nuevo paradigma para el mercado laboral, comenzando por el mercado de trabajos virtuales, que responde a una necesidad global y a la falta de perfiles especializados en ciertas regiones del mundo, tan solo en 2020 medio millón de empleos quedaron vacantes en la Unión Europea, según un informe de la Comisión Europea, que además destacó la falta de perfiles tecnológicos.

Este mundo cambiante, retador y con alto volumen de información por procesar, influye en que las motivaciones de l@s Job Hoppers se basen en el aprendizaje continuo y en el cambio constante, por lo que la clave para retenerlos es fomentar retos que les ayuden a desarrollar conocimiento y habilidades, para evitar sentirse estancados. Suelen inclinarse por actividades que les generen valor social, por lo que también es importante fomentar proyectos que les permitan sentir y ser partícipes de su impacto social.

Ahora que conoces qué es un Job Hopper, queremos que conozcas las ventajas y desventajas de estos nuevos perfiles para la organización; si ya te diste cuenta de que tal vez tú eres un Job Hopper, es momento de que evalúes las ventajas y desventajas de esta nueva práctica.

Ventajas

Las personas que se mueven constantemente de un lugar a otro en búsqueda de nuevos retos para crecer en su carrera profesional están motivadas por el aprendizaje, así que se encuentran en constante entrenamiento mental, esto les ayuda, por ejemplo, a familiarizarse rápidamente con los programas de la organización, a comprender fácilmente sus tareas y a no tener miedo de preguntar.

Algunos de estos perfiles son también autodidactas por lo que, en su afán de encontrar respuestas, desarrollan habilidades blandas como la comunicación, la planificación y la flexibilidad. Precisamente ser flexibles para adaptarse a la nueva organización o proyecto que comienzan cada dos o tres años, es lo que les permite desarrollar sus propios métodos de organización; toman las piezas de aprendizaje que han adquirido a lo largo de su carrera para implementar lo que les resulta más eficaz.

Desventajas

Es cierto que no todo es miel sobre hojuelas y que algunos Job Hoppers no están precisamente motivados por escalar en su carrera profesional, simplemente brincan de un lugar a otro sin rumbo fijo o meta definida. Este perfil representa un riesgo para las empresas pues no es remunerable invertir tiempo, dinero y recursos en una persona que pronto dejará la organización y que no tiene la intención de aprender ni aportar.

Por otro lado, los saltos constantes de trabajo no permiten desarrollar un historial de resultados o habilidades que sean valorados por nuestros futuros empleadores, o que nos permitan demostrarnos a nosotros mismos que somos capaces de lograr una transformación, así que si decides ser Job Hopper recuerda perseguir logros reales.

Las relaciones se construyen con confianza, y la confianza con el tiempo, así que otra desventaja del Job Hopping, es que no permite crear relaciones sólidas en el ambiente de trabajo, por lo que probablemente nuestro paso por la empresa no sea recordado por much@s.

Saca lo mejor del Job Hopping

La nueva realidad del mercado laboral ya está aquí, así que, a pesar de sus ventajas y desventajas, te queremos compartir algunos tips para que puedas sacar lo mejor del Job Hopping.

Metodologías agile. El agilismo llegó para quedarse, estas metodologías están enfocadas en desarrollar proyectos multidisciplinarios de corto y mediano y plazo, con claridad de los resultados esperados. Se termina un proyecto, y se pasa al siguiente.

Perfiles con sentido humano. Un Job Hopper busca su bienestar personal y profesional, por lo que es necesario adaptarse a los nuevos paradigmas y construir perfiles más flexibles y orientados al desarrollo del talento.

Influencers internos. Fortalecer la marca personal de tus colaboradores es esencial para convertirlos en influencers internos, estas personas serán las historias de éxito dentro de la organización.

Innovación. Recuerda que un Job Hopper no tiene la ceguera de taller que tod@s desarrollamos cuando repetimos las mismas actividades durante mucho tiempo, así que apaláncate del Job Hopping para “salirte de la caja” y abrir la puerta a la innovación.