Adiós "casa de mi sueños"

Elvia siempre había soñado con este momento.

Salir del trabajo, bajar al estacionamiento para subirse a su auto, ese Beetle color blanco que de adolescente solía ver en los anuncios en la tele.

Manejar con dirección a su casa y llegar a su departamento.

Un espacio grandísimo, con terraza, gimnasio, con salón de fiestas para los inquilinos, alberca, centro para hacer yoga, cine al aire libre, trotapista, etcétera.

A los ojos de todos, todo parecía perfecto pero en el fondo, Elvia estaba pasando por una turbulencia, de esas en las que crees que nada tiene solución.

La realidad es que esos departamentos estaban diseñados para familias de 5 a más integrantes. Ante esto, Elva hizo caso omiso a ese pequeño detalle y decidió adquirir esa deuda.

Se había empeñado en comprar ese departamento (costara lo que costara) porque ella quería ser “mejor” que sus “amigas”, porque ella quería sobresalir y quería ser “diferente”.

Ese departamento se encontraba en una zona muy nice, muy céntrico y de verdad, estaba precioso. El único detalle es que costaba exageradamente mucho dinero.

i just want to go home

Le hubiera hecho caso a mi abuelo, -pensaba Elvia-.

Él decía: La compra de una casa o departamento es de las operaciones financieras que involucran el mayor desembolso que harás en tu vida para construir tu patrimonio, por eso debe planearse y meditarse muy bien.

El problema es que Elvia no lo planeó bien, solo sintió que podría enfrentar esa deuda. Al principio dio un enganche del 20% y luego se dispuso a pagar la hipoteca a 15 años pero poco a poco, la deuda la fue consumiendo.

Llegaba su quincena y prácticamente se quedaba con el 10% de su sueldo total, es decir, la deuda abarcaba el 90% de sus ingresos totales y lo recomendable es que la deuda no debe superar el 40% de tus ingresos y en eso, Elvia falló.

niño es golpeado por un brincolín

Todo el dinero se le iba en pagar los muebles de su depa que había sacado a crédito, también se le iba en pagar agua, luz, internet y el mantenimiento del lugar. Fue ahí cuando se dio cuenta que esa deuda era insostenible.

La casa le quedó grande.

Y esto no lo decimos con intención de “hacerla menos como persona”, a lo que nos referimos es que ese departamento no era la mejor opción para una chica soltera. Ni siquiera podía disfrutar de los espacios de su casa porque eran demasiado grandes.

Arnold diciendo so big

En el camino Elvia aprendió algunas cosas:

 

Consejo 1

Nunca reflexionó para qué quería el depa: para rentarlo, comprarlo o vacacionar

Nunca puso revisó cómo estaban los costos por zona.

No escuchó los consejos de su familia y amigos, se aferró a una idea sin dimensionar las consecuencias.

Consejo 2

Si no te ves por mucho tiempo en la empresa en donde trabajas, encuentra un lugar con buena conexión y que te permita ir de un lugar a otro sin tanta complicación.

Consejo 3

Compra en colonias donde haya crecimiento o desarrollo de nuevas vías de comunicación, su conectividad aumentará el valor futuro del inmueble.

La casa que creía “de sus sueños”, en realidad no lo era tanto.

Le costó trabajo asumirlo pero al final, se dio cuenta y tuvo que dejar la idea antigua que había construído en su mente.

Etiquetas:
Historias
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