Ahorrar es algo hermoso. Es una muestra de amor propio inmensa, es prevenir, es asegurar un bienestar financiero, es amar a tu yo del futuro.

En su libro “I will teach you to be rich”, una joya que te recomiendo con mucha vehemencia leer, el autor Ramit Sethi conceptualiza al ahorro como el pago que nos hacemos a nosotros mismos por nuestro trabajo.

Por su parte, Morgan Housel entiende al ahorro como el resultado de nuestros ingresos disminuyendo nuestro ego. Es decir, es lo que queda de nuestro dinero después de satisfacer nuestro ego con todo tipo de compras que nos ayuden a sostener cierto estilo de vida. 

Estoy seguro de que ya sabes lo importante que es el ahorro para nuestros proyectos y seguridad a largo plazo, por algo estás leyendo este blog.

¿Te habías puesto a pensar que el ahorro también te puede traer beneficios fiscales?

Pues sí, ni Ramit Sethi ni Morgan Housel te podrán decir cómo, pero para eso me tienes a mí 😉, así que veremos 3 beneficios fiscales que le podemos sacar al ahorro en materia fiscal:

Deducciones personales:

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El principal incentivo que tenemos los contribuyentes para ahorrar es que ciertos mecanismos de ahorro pueden ser deducibles de ISR en la Declaración Anual.

Por ahorrar dinero, nos pueden devolver impuestos

Esto es algo hermoso porque todo lo que implique pagar menos impuestos representa por fuerza un gasto para nosotros, excepto el ahorro voluntario en AFORE o aportaciones a un PPR.

Son los únicos conceptos que te ofrecen una deducción fiscal sin que sea para ti un gasto, sino un ahorro.

Verás, el artículo 151 fracción V de la Ley del ISR (LISR), nos dice que las aportaciones voluntarias para el retiro, ya sea a una AFORE o un PPR, son deducibles de ISR siempre que el monto no rebase el 10% de tus ingresos del año o el equivalente a 5 UMAS elevadas al año, lo que sea menor.

En este artículo te explicamos con lujo de detalle e incluso con un cálculo ejemplificativo para que veas lo poderosa que pueden tener en tu cálculo fiscal tu ahorro para el retiro.

Envato/orathaim164

Estímulos fiscales:

Está padre la primera opción, ¿verdad? Pues déjame te digo que esa opción tiene una hermana menor que no está tan padre pero también es una buena opción con algunas reglas menos llamativas pero con otras más beneficiosas.

Verás, además de las aportaciones voluntarias para el retiro, también tenemos la posibilidad de aperturar cuentas especiales para el ahorro que también podemos caracterizar como una especie de deducción personal para la Declaración Anual.

Estas cuentas especiales para el ahorro las puedes abrir en cualquier banco o institución de crédito y te estarán pagando rendimientos. 

Lo único que tienes que hacer es especificar que quieres abrir una cuenta especial para el ahorro con base en el artículo 185 de la LISR y fondearla.

Lo más hermoso de esta cuenta es que tiene el beneficio de poder ser un “bomberazo”.

Te explico eso, verás, para poder hacer deducible cualquier concepto en tu Declaración Anual, tienes que haberlo pagado en el año al que corresponde la Declaración.

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Es la única deducción que se puede hacer en un año distinto al año que le quieres dar efectos fiscales. 

Así, si sales a pagar mucho ISR en tu anual, puedes esperarte antes de presentarla, ir a un banco a abrir una cuenta especial para el ahorro, fondearla y darle efectos fiscales para bajar el ISR a pagar y entonces sí presentar tu Anual ¡Es algo hermoso!

Lógicamente el SAT no la pone tan fácil y hay que cumplir un par de requisitos que son:

• No puedes meter más de $152,000 por año
• El dinero que metas se deberá quedar en la cuenta de ahorro por 5 años
• Una vez que retires el dinero, tanto el capital como los intereses deberán pagar el ISR correspondiente

Como ves tiene ciertas limitantes y restricciones, pero es una opción buena para ahorrar dinero y bajarle al ISR.

Facilidades administrativas:

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Por último, veamos un estímulo fiscal “escondido” para el ahorro. Digo escondido entre comillas porque no se presenta como un estímulo fiscal per se pero sin duda lo es. 

Y es que debes saber que las personas físicas que obtenemos ingresos por intereses a través del sistema financiero bancario, reportamos esos ingresos en un régimen particular que se conoce como el régimen de los ingresos por intereses, valga la redundancia. 

Pero bueno, lo interesante de este régimen es que el pago del ISR se calcula no sobre una tasa del 30% o 35% como varios regímenes, sino sobre la módica tasa del 0.15 % sobre el capital.

Si bien el cálculo se hace sobre el capital y no sobre los intereses, que es la verdadera ganancia, suele ser un impuesto bajito el que se paga.

Además, para determinar tus intereses obtenidos, se te permite restar la pérdida adquisitiva por la inflación, por lo que es un cálculo la verdad bastante justo.

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Por si fuera poco, el régimen de intereses es un régimen bastante chiqueado ya que si solo reciben ingresos de este régimen menores a $100,000 anuales, o si también recibes ingresos por un sueldo y la suma de tu sueldo y los intereses no rebasa los $400,000, ni siquiera tienes que presentar declaración anual ni pagar más ISR que el que te hayan retenido.

Conclusiones

Así que ya lo sabes, ahorra, ahorra hoy y ahorra siempre.

Porque ahorrar es la manera de obtener movilidad social, ahorrar es pagarnos a nuestro yo del futuro por el trabajo del ahora, ahorrar es hacer a un lado nuestro ego y no gastar en nimiedades para poder garantizarnos un futuro financieramente seguro. 

Y recuerda, antes de ahorrar, acércate con un mentor fiscal que te diga cómo aprovechar todos estos beneficios.