Cómo sufrir más con tu dinero
Dicen que un gran poder conlleva una gran responsabilidad y el dinero, si no sabemos usarlo, nos puede hacer sufrir.
Si sufrir es lo que te gusta, te dejamos un par de cosas que considerar para que sigas llevándote mal con tu dinero, si eso es lo que quieres (aunque definitivamente no lo recomendamos).
Desea siempre lo más caro. Valora lo que no tienes. Envidia el éxito de los demás. Compra cosas cuando no tengas dinero. Pide créditos innecesarios. Gasta todos los días. Suscríbete a cualquier servicio que puedas pagar mensualmente. Adora los Meses Sin Intereses. Aumenta tu consumo. Deja de producir cosas. No te preocupes.
La felicidad está en lo que tenemos, no envidiando lo que los demás tienen. Si para satisfacer esa necesidad compras y pides créditos que ni necesitas, entonces esta es una alerta inicial.
Empieza a poner más atención a tus patrones de compra y determina qué cosas necesitas y qué otras no. Principalmente, enfócate en ti. Bien dijo Steve Jobs: “Tu tiempo es limitado. No lo desperdicies viviendo el sueño de otra persona.”
Tatúate la frase “me lo merezco”. Ten la seguridad de que todo se va a arreglar mágicamente. Siempre di que “sí” a todo. No utilizes un calendario. Siempre carga con dinero extra. Sal a consumir por compromiso social. Entiende que tus amigos sólo te quieren si gastas con ellos. No tengas un presupuesto. Nunca revises tus estados de cuenta. Olvida tus fechas de pago.
Obviamente no tiene nada de malo darse un lujito de vez en cuando, pero apégate a hacerlo de forma esporádica. No lo hagas todas las semanas, mucho menos todos los días. Esto contribuirá a malas costumbres que perpetuarán tus declives.
Si te cae el saco, esta es otra alerta. Recuerda que la vida y tus problemas financieros no se solucionan de la noche a la mañana y tampoco se irán si decides ignorarlos.
Sí, a todos nos puede asustar ver nuestros estados de cuenta. Pero si no lo hacemos, no podremos estar preparados para lo que en verdad importa: el futuro.
No leas, no investigues, creele a la televisión. Conformate con las novelas, las películas, la fantasía. Luce como una estrella sin importar lo que te cueste. Nunca tomes riesgos. Compra la lotería. Gasta tu tiempo en las redes sociales. Compárate con los demás. Nunca hagas planes. No preveas. Piensa que mañana tendrás mejor salud. Cree que los accidentes no existen. Considera que ganarás más dinero sin esfuerzo alguno.
Si te cayó la indirecta en alguna de estas frases, es una alerta más. Enfrascarte en otras realidades que no sea la tuya es muy contraproducente. Eso significa también estar súper al pendiente de la vida de los demás, porque ocasiona que nos comparemos con otras personas que, francamente, ni al caso.
Lo más grave de todo es que perderás tiempo valioso y luego dirás “¿a dónde se me fue?” Pon atención a tus hábitos diarios y cuida tu cuerpo, te lo agradecerá.
No ahorres. No tengas seguro de gastos médicos. Nunca salgas de tu zona de comfort. Compra todo lo desechable. Prefiere la cantidad sobre la calidad. No procures a tus amigos, ni hagas networking. Espera a que llegue la quincena para poder pagar tus responsabilidades. Gasta todo tu aguinaldo. Cómprate el auto deportivo que siempre has querido. Viaja seguido y de improvisto. No cuides tus cosas, ya las podrás reparar cuando dejen de funcionar. Nunca agradezcas. Come más, toma refrescos. No hagas ejercicio. No entiendas al Buró de Crédito. Nunca entiendas los créditos. No sobresalgas en tu trabajo.
Si estas otras frases te quedaron como anillo al dedo, cuidado. Ultimadamente, la vida se trata de vivirla... pero vivirla bien. Así que necesitas prepararte para cualquier emergencia, pensar a futuro, hacer un patrimonio y hacer gastos prudentes para que puedas tener una vida digna. Aunque si prefieres mantenerte pobre y vivir preocupado, entonces no hagas nada de caso a lo que te dijimos.