No es fácil empezar un negocio, sin embargo, creemos que emprender es una buena forma de invertir tus ahorros en la búsqueda de más ganancias. No nos engañemos, las ideas por si solas no sirven de mucho y la cosa está así: primero tienes una idea, después haces un proyecto, después creas un negocio y por último tienes un empresa. No nos vamos a clavar con las diferencias, pero aquí te ayudaremos a ir del paso uno al paso dos y ya en el camino al triunfo. Sabemos que tienes muchas ganas y mucha energía, eso está genial, pero primero lo primero: esa idea que tienes y que le encantó a tu mamá puede ser buena, pero la verdad es que no necesitamos más emprendedores, sino mejores emprendedores...así que revisa los básicos para transformar tu idea en un proyecto real:

Resuelve una necesidad

Recuerda que no tienes que inventar la rueda o crear algo desde cero, es muy valioso mejorar cosas que ya existen. De hecho, la mayoría del éxito de Apple no es por inventos, sino por mejoras. Además, al emprender debes evitar el océano rojo y entrar en el azul, es decir, comenzar por algo que no sea muy competido y mejor aún, hacer algo que les sirva a ellos. En un ejemplo simple, supongamos que te encantan los aviones y quieres hacer los mejores. En vez de dedicarte a construir aviones desde cero, empieza detectando qué le puedes vender a las empresas que ya hacen aviones. Esta recomendación parece poco ambiciosa, pero recuerda que sólo es un ticket de entrada, una vez que empieces, puedes crecer tanto como lo desees.

Tu idea debe resolver una necesidad y debe generar un beneficio para los demás. 

Analiza el mercado

¿Te ha pasado que tienes una gran idea, pero luego te das cuenta que alguien más ya lo está haciendo? No te preocupes, es normal. De hecho es un fenómeno raro, una especie de conciencia colectiva. Pero no se trata de desanimarte, simplemente debes encontrar y entender qué es lo que vas a hacer mejor que lo demás.

Es muy importante que hagas una investigación de mercado, puedes empezar por internet, aunque no suene tan profesional. Esto te ayudará para darte cuenta si es necesario hacer algún cambio en tu "propuesta de valor" (se le llama “pivotear”) y confirmar si lo que ofreces es realmente lo que el mercado necesita.

Define tu proyecto

Ya debes saber a qué nos referimos, debes poder expresar lo que harás en una frase corta (5 palabras), o en un tweet (140 caracteres) o platicarlo en 30 segundos (no en 30 minutos). Si tu producto o servicio se basa en la idea de otros, pero con una variante...se vale decirlo y quedará bastante claro. Ejemplo: “Es como uber, pero con bicicletas”. Si no es tan simple, aquí los elementos comunes de un pitch exitoso:

• Problema: ¿qué detectaste que necesita una mejora?
• Consecuencia: ¿cómo nos afecta ese problema?
• Solución: ¿cómo lo vas a solucionar?
• Propuestas de valor: ¿qué ofreces distinto a los demás?
• Call to action: ¿qué necesitas de la otra persona? (suscribirse, comprar, invertir, etc)

Haz un Plan de negocios

Tal vez tu idea suena super atractiva y divertida y todo mundo la usará, pero ¿tienes un plan para generar ingresos? No te haría nada mal ver los modelos de negocio contemporáneos de las grandes empresas del internet. Aunque no lo tengas todo claro desde un principio, no puedes empezar sin darte un clavado para tratar de escribir la respuesta a: ¿Cómo podrías transformar tu idea en dinero? No es tan complicado, empieza buscando en google “Business model Canvas” y tendrás una guía rápida. Si no tienes ni idea de a quién venderle, empieza por entender todas estas siglas y podrás diseñar mejor tu proyecto:

• B2C (Business to Consumer): cuando un negocio le vende al consumidor civil.
• B2B (Business to Business): cuando un negocio le vende a otros negocios.
• B2E (Business to Employees): un producto que una empresa le vende a sus empleados.
• C2C (Consumer to Consumer): cuando un consumidor le vende a otro consumidor.
• G2C (Government to Consumer): cuando el gobierno vende algo al consumidor.

Preséntate al mundo

Te creemos, tu vas a cambiar al mundo...pero créenos, no lo vas a hacer sólo. Consigue ayuda de los expertos, de los inversionistas, de las incubadora y los adultos que hayan pasado por algo similar. Algunas de sus ideas podrán ser anticuadas, pero también tendrán mucha experiencia valiosa que compartir. Extra tip: escríbele a las 5 personas que más admiras y que puedan aportarte algo de valor; no escribas una carta, sólo algo concreto, sin rodeos. Una semana después, intenta otras 5...y así hasta que obtengas resultados. No menosprecies el poder de una buena fachada. Debes tener un buen nombre, un logotipo único, una website increíble y tener tus redes sociales listas. En otras palabras, get your shit together.

Elabora un prototipo y define tu MVP

Antes el proceso par emprender era un poco más complicado:

• Primero tenías una idea
• Luego buscabas el capital o te gastabas tus ahorros
• Después producías tu producto como loco
• Y por último buscabas clientes.

Ahora, las cosas han cambiado, te recomendamos:

• Primero tener una idea
• Después generar un prototipo (define bien tu MVP)
• Luego, ponte a vender la idea (normalmente aquí se consiguen inversionistas)
• Por último, gastate el dinero (que conseguiste, no tus ahorros) para producir.

Aunque emprender no es cosa fácil, cada vez hay más conocimiento y herramientas para que lo hagas. Y si te animas, necesitarás muchas fuerzas y energías, algo que ya te hemos dicho en “Las implicaciones de ser jefe”. Pero sin miedo, aquí encontrarás más información y “7 Tips para iniciar un negocio” y también otros tips específicos para startups mexicanas.