El sugar daddy que me repuso todo lo que rompí en mi casa

Comencemos recordando la canción de Elefante
Así es la vida, de caprichosa, a veces negra a veces color rosa”.

Te decimos esto porque hoy hablaremos de hechos que parecen poco probables, inimaginables o como dirían mis amigos: “shits happens”.

Y es que sí. Los accidentes suceden y (aunque no quieras) algunos te ocurrirán a ti.

Habrá veces que estarás arriba, otras que estarás abajo y de eso nadie se puede librar.

También recordemos la canción de Celia Cruz

“Todo aquel que piense que la vida siempre es cruel, tiene que saber que no es así, que en la vida no hay nadie solo, siempre hay alguien”.

Decimos esto porque a continuación te vamos a presentar un listado de hechos VERÍDICOS que le sucedieron a gente cercana a mí y que creían estar completamente solos en el mundo pero fueron salvados por su sugar daddy.

(Nota importante: No pondré sus nombres verdaderos porque mis amigos no me dieron chance de revelar su identidad JAJAJA).

Caso #1

El otro día, Mari estaba bañándose, comenzó a secarse con su toalla color blanca y al poner un pie afuera de la regadera, se cayó. Quién sabe cómo le hizo pero rompió el excusado de porcelana que su esposo acababa de comprar. De pronto, todo el agua comenzó a tirarse y ya se imaginarán el caos.

pingüino triste se resbala en el hielo

Caso #2 

Daniel estaba en su departamento un día casual sin preocupaciones. Se preparó unas palomitas y se acostó en su sillón para ver “Bojack Horseman” hasta que de pronto comenzó a sonar la alerta sísmica. 

Dani, nada más alcanzó a tomar su celular y se bajó corriendo en pijama y con la boca llena de palomitas. Una vez que el temblor pasó, nuestro buen amigo Dani subió a revisar su departamento. Fue ahí que se dio cuenta que las paredes de su casa estaban cuarteadas.

En ese momento se le vino el mundo encima, le dio un montón de miedo porque creyó que su casa se iba a desplomar, incluso llegó a pensar que la única solución era mudarse de departamento.

Bojack Horseman

Caso #3

Alejandro trabaja todo el día. Lo primero que hace al despertar es tomar su café, regar las plantas, lavar los platos e irse a la oficina.

Tenía la costumbre  de dejar la ventana abierta porque su depa es un lugar muy caluroso.
Después de un largo día laboral, llegó a su casa a descansar pero eso no fue posible porque su depa estaba inundado.

Por la tarde había caído un tormentón y toda el agua entró por la ventana que Dani había dejado abierta por la mañana.

¿Qué pasó? 

El agua levantó toda la duela del piso.

mujer empapada por la lluvia

Caso #4

Ilse siempre ha sido una chica muy cool, todos sus outfits los combina perfectamente. Su pasión más grande es la moda.

Un miércoles por la mañana, salió de bañarse, prendió la secadora y comenzó a maquillarse.

Luego conectó su plancha de cabello al enchufe y comenzó a alisar su larga cabellera. Luego fue a la cocina a hacer un café, preparó su lunch para salir de casa y se distrajo con mil y un pendientes más.

A los pocos minutos salió de su casa, arrancó el coche y se fue. Tres horas después recibió una llamada de urgencia. Eran sus vecinos con malas noticias.

Resulta que nuestra querida amiga Ilse olvidó por completo APAGAR su plancha.

Y ¿qué pasó? su casa se incendió.

perrito sentado en su casa incendiada

Estas 4 personas que fueron salvadas por su Sugar Daddy

No hablamos de un sugar daddy literalmente.

En este caso, el sugar daddy es el seguro.

¿Pooooor qué?

Porque solo bastó que Mari, Daniel, Alejandro e Ilse hicieran una llamada para ser salvados.
Veámoslo así. Un seguro de casa es como un sugar daddy pero remasterizado.

Siempre estará para ti.

Solo tienes que decir los hechos y las verdades.
Adjuntas evidencia y listo, el sugar daddy no te hace más preguntas. 

Cree en ti y te lo repone.

perrito guiñando su ojo

Ya, hablando en serio ¿Por qué necesitas un seguro?

Sí...es horrible pensar que una parte de nuestro preciado ingreso se nos va a ir en un gasto “por si acaso” pero siempre está esa duda: ¿y si nunca pasa?

El tema de los seguros es que podemos traspasar la responsabilidad de un desafortunado evento a una aseguradora, a cambio de una prima (muchas veces, una mensualidad). 

Por ejemplo:
Si se incendia tu casa. Si se despega la duela de tu departamento. Si rompes el escusado o si se cuartean las paredes.

En estos casos, el seguro entra al quite y qué PAZ.

Si no lo haces, el riesgo de ciertos accidentes puede desbalancear tus finanzas de manera alarmante, ¿te imaginas ser uno de esos que sufren accidentes que cuestan más de un millón? El riesgo es demasiado alto.

Considera tener un sugar daddy (no literalmente) o mejor aún, be your own sugar daddy.

Etiquetas:
Seguros
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