Cuando quieras cambiar algún hábito, simplemente pregúntate: ¿cómo puedo cambiar eso que no me está haciendo bien? ,¿cómo puedo hacer atractivo mi plan de acción? ¿Cómo puedo facilitarlo?, ¿cómo puedo hacerlo satisfactorio?

Al responderte estas preguntas podrás saber qué es eso que necesitas cambiar y cómo lograrlo.

A continuación te dejamos varios hacks que sacamos del libro "Hábitos atómicos" para mejorar tu estilo de vida como un PRO.

Busca facilitar tu hábito

Si ya cachaste que amas el café, busca complementar ese hábito con otro hábito que te rete a mejorar tu estilo de vida.

Por ejemplo:
Después de (hábito actual), haré (nuevo hábito).

Después de servir mi taza de café cada mañana (hábito actual), meditaré durante un minuto (nuevo hábito) o después de quitarme los zapatos de trabajo (hábito actual), me pondré inmediatamente la ropa de entrenamiento (nuevo hábito).

¿Te sientes lo suficientemente inspirado/a?

En este libro se habla de que la perseverancia, la determinación y la fuerza de voluntad son esenciales para el éxito, pero la forma de mejorar estas cualidades no es desear SER una persona más disciplinada, sino CREAR un ambiente más disciplinado.

¿Cómo se logra esto?

Si quieres llegar temprano al trabajo, entonces tendrás que crear un ambiente que le inspire a despertar con power y de buenas. ¿Suena complicado, verdad?

Empieza por cambiar ese sonido molesto de tu alarma y selecciona una meditación para comenzar tu día. Compra velas aromáticas, prepárate un té y tómate un baño calientito.

¿Notas la diferencia? No es lo mismo levantarse con una meditación que despertar molesto/a y con prisa.

Hazte responsable de tus entornos, verás que poco a poco tus hábitos mejorarán. La clave está en crear espacios que te motiven a corregir esos hábitos que te están hundiendo.

Necesitas mantenerte consciente de tu rendimiento a lo largo del tiempo, para que pueda seguir perfeccionando y mejorando.

¿Qué pasa si dejo de cumplir mis hábitos y vuelvo a caer en los malos hábitos?

Puedes romper un hábito pero es poco probable que lo olvides. Una vez que los surcos mentales del hábito se han grabado en tu cerebro, son casi imposibles de eliminar por completo, incluso si no se usan durante un tiempo prolongado.

Lo que te hace “sentir bien” no siempre es lo mejor para ti

Cada comportamiento que la sociedad y tu cerebro lo asocia como “mal hábito” genera niveles más altos de dopamina y eso, al principio te hará sentir muy “feliz” pero al poco tiempo -inevitablemente-, te dará el bajón.

Haz un análisis detenido y evalúa tus comportamientos y hábitos (tanto positivos como negativos).

Por ejemplo: comer comida chatarra, jugar videojuegos todo el tiempo, stalkear a tu ex, pasar horas viendo videos en Tik Tok y scrolleando en Instagram son hábitos que muchos tenemos pero que a la larga nos causan problemas físicos y emocionales.

Nuestros hábitos son un ciclo de retroalimentación impulsado por la dopamina. Cuando aumenta la dopamina, también lo hace nuestra motivación para actuar y cambiar eso que no nos gusta.

El simple hecho de rastrear un comportamiento puede provocar la necesidad de cambiarlo.

Hábitos que sí te harán sentir bien 

El libro recomienda adaptar estos hábitos de gratitud, amor en pareja y en tus relaciones cercanas para mejorar tu estilo de vida.

Aquí te dejamos algunos ejemplos:

• Gratitud. Después de sentarme a cenar, diré una cosa que agradezco por lo que sucedió hoy.
  
  
• Relación en pareja. Después de acostarme por la noche, le daré un beso a mi pareja.
  
  
• Relaciones cercanas. Después de ponerme mis zapatos para correr, le enviaré un mensaje de texto a un amigo o familiar sobre dónde estoy corriendo y cuánto tiempo llevará.
  
  

El chiste de esto es crear hábitos que te hagan bien a ti física y mentalmente y de paso, cuidar tus relaciones personales.

No pienses en el proceso, piensa en lo placentero del resultado final

Date cuenta que no te falta motivación, lo que te hace falta es cambiar tus hábitos y ponerle el mismo entusiasmo y ganas a: levantarte temprano, cumplir con tus pendientes, comer saludable, ponerte un límite de tiempo para estar en redes sociales.

¿Te suena aburrido? Piensa cómo te vas a sentir después de cambiar estos hábitos. Definitivamente el resultado será favorable, solo necesitas ser más disciplinado y cumplir tus propias promesas.

Empieza poco a poco. Por ejemplo: Solo por hoy deja de usar tu celular a las 8 pm.
Hazlo por un día y ve qué sucede, cómo te sientes, en qué utilizaste tu tiempo en lugar de estar en el teléfono.

Cuando no puedes ganar siendo mejor, puedes ganar siendo diferente.

Cada decisión que tomes, tendrá un impacto en tu vida

Todos los días, hay un puñado de momentos que generan un impacto descomunal. Me refiero a estas pequeñas elecciones como momentos decisivos. En el momento en que decides entre pedir comida para llevar o cocinar la cena. En el momento que elijas entre conducir tu automóvil o andar en bicicleta. En el momento en que decides entre comenzar tu tarea o agarrar el controlador de videojuego. Todas estas opciones son una bifurcación en el camino porque cada hábito produce múltiples resultados a lo largo del tiempo.

Los costos de sus buenos hábitos están en el presente. Los costos de sus malos hábitos están en el futuro.

La fórmula mágica para cambiar tus hábitos

Pongamos un ejemplo: Si eres vegano y luego desarrollas una condición de salud que te obliga a cambiar tu dieta, tendrás una crisis de identidad en tus manos. Cuando te aferras demasiado a una identidad, te vuelves frágil.

Si sigues diciendo que algo es una prioridad pero nunca actúas en consecuencia, entonces no lo quieres realmente. Es hora de tener una conversación honesta contigo mismo porque tus acciones revelan tus verdaderas motivaciones.