Los 5 peligros de ser aval
Mi primo aceptó ser AVAL de su hermana (mi prima) y las cosas no salieron del todo bien.
Resulta que mi prima tuvo algunos problemas financieros para pagar el crédito inmobiliario que había adquirido y dejó de pagar los primeros dos pagos de mensualidad. Se confió porque sabía que ante cualquier bronca, los del banco le notificarían a su hermano. ¿Qué podría salir mal?
De pronto, la deuda del crédito inmobiliario se volvió más y más grande. Como una bola de nieve que pronto aplastó a mis primos.
¿Cuál fue el problema?
Mi primo aceptó ser aval de su hermana sin saber qué onda con la deuda y sin saber cuáles son las responsabilidades de ser aval. La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros dice que en caso de que hayas dado el sí para ser aval, es importante mantenerte bien informado sobre la deuda.
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Por otra parte, —seamos sinceros—, cuando “la deuda” queda en familia o entre amigos, es más fácil no pagarla o confiar en que tu aval saldrá a rescatarte ante cualquier problema.
¿Cuáles son las responsabilidades de un aval?
Ser aval de una persona significa comprometerse a pagar una deuda que originalmente no es suya, pero se responsabiliza a cumplir con la deuda financiera del deudor en caso de que esa persona, por alguna razón, no pueda realizar el pago del crédito otorgado.
El mal de “quedar bien”
¿Qué pasaría si alguna persona que quieres mucho llega contigo y te pide que seas su aval?
1. Aunque desconoces del tema, aceptarías por pena y porque no sabes decir que “no”
2. Dirías que “sí” porque a la familia y a los amigos no se les dice que “no”
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