Vivimos en sociedades de consumo en las que la importancia del ahorro -muchas veces- es poca, sin embargo, es un elemento crucial para desenvolvernos en la vida adulta.

Cada año en las escuelas públicas, aumenta la demanda de sus aspirantes pero el número de lugares no incrementa, Por ejemplo: ¿Qué pasaría si tu hijo aplica para la UNAM y se queda sin lugar?

Te decimos esto porque en 2019, la UNAM solo aceptó al 9% de sus aspirantes a nivel licenciatura, por eso hoy te hablaremos de los seguros educativos (universitarios) que existen en el mercado y por qué te conviene adquirirlo.

¿Cómo asegurar que mi hijo irá a la mejor universidad?

1- Primero recuerda que la institución financiera debe estar registrada ante la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF).

2- Pregúntate ¿Cuánto te gustaría ahorrar para tus hijos, sobrinos o nietos?

3- En este tipo de inversión no se tiene un monto mínimo ni máximo, se invierte sobre una proyección de ahorro que se define al momento de contratar este instrumento de inversión. Cada proyección es distinta y depende de muchos factores como la edad del pequeño, por ejemplo.

4- Nunca olvides que la mejor herencia que dejan los papás es la educación.

5- Lo primero que tienes que checar es que el rendimiento de tu seguro de la universidad esté arriba del promedio superior en la inflación en Cetes (entre el 4 y 5%).

Un ahorro no es lo que sobra, es algo planeado y específico con un objetivo. Así que ponle fecha y nombre a tu meta.

El proceso es el siguiente:

Si adquieres un seguro educativo, cada mes tendrás que aportar cierta cantidad de dinero para que cuando tu hijo cumpla los 18 años e ingrese a la universidad, se pueda cobrar toooodo el dinero que ahorraste MÁS los rendimientos y ganancias que fuiste obteniendo con el tiempo.

¿Es muy complicado abrir el ahorro?

Se piden varios documentos pero no es un proceso burocrático. Por lo general, te piden tener una charla con algún asesor justo para que te vaya diciendo cómo va a estar la onda y sobre todo, conocer cuáles son tus planes de ahorro.

¿En qué tipo de universidad te gustaría que estuviera tu hijo? 

a)Privada

b)Pública

c)Extranjero

Partiendo de aquí, se calcula la cantidad aproximada de dinero que tendrás que ahorrar.

Se calcula la inflación a futuro y se hace una proyección de cuánto dinero estarías ahorrando en cierto plazo de tiempo.

Por lo general, este tipo de productos ofrecen plazos de 15, 18 y 22 años y se pueden solicitar en cuando nace el menor.

¿Cuándo es el mejor momento para ahorrar para el futuro de mis hijos?

Mientras más pequeños mejor porque entre más van creciendo tus hijos, más gastos habrá.

Toma en cuenta que la inflación educativa sube cada año de manera acelerada.

Por ejemplo:

A principios de los años 2000, por cada $1,000 que se pagaban de colegiatura, hoy se están pagando casi $2,700. Fuente: Mexicana de Becas.

Ventajas de ahorrar para el futuro de tus hijos

1. Puedes pagar su preparatoria, carrera en el extranjero, una maestría o una especialización, etc.
   
   
2. Mientras compruebes que tu hijo está estudiando, podrá recibir el dinero
   
   
3. Puedes deducir impuestos
   
   
4. Cobertura en caso de fallecimiento o invalidez.
   
   
5. No importa si no es tu hijo, también puedes ahorrar para tu sobrino, nieto o algún familiar.
   
   
6. No contratas el ahorro en una universidad directamente, solo es un ahorro para pagar los estudios universitarios pero tú y tu hijo eligieron la escuela.

Otra buena opción

Cetes Directo Niños: Para ser su primera inversión, no está nada mal. Su dinero estará bien cuidadito y respaldado por el Gobierno de la República, esto quiere decir que no se pagarán comisiones extras por invertir en esta modalidad.

La parte buena es que el monto mínimo para invertir es solo de 100 pesitos mensuales que con el tiempo crecerán exponencialmente. Lo “malo”: Tú como adulto debes predicar con el ejemplo y para poder dar de alta a un niño debes ser titular de una cuenta de Cetes Directo.

Por último, habla de dinero con tus hijos

Hazle saber a tu hijo, nieto o sobrino que el dinero se gana con trabajo y que se gasta con facilidad, entonces comienza a planear pequeñas metas financieras dentro de su realidad: comprar un videojuego, algún juguete, iniciar un pequeño negocio, ver a su artista favorito, etc. 

Habla sobre cómo lograrlo, cuántos ingresos tiene disponibles y las decisiones que ha tomado con respecto a sus gastos.

Por esta razón resulta vital enseñar a los niños que el tener paciencia tiene sus recompensas y que van a poder conseguir en un tiempo razonable aquellos objetivos que quieren. Ejemplo:

Corto plazo: Comprar una bici

Mediano plazo: Un videojuego

Largo plazo: Una compu

Beth Kobliner, autora financiera, asegura que a partir de los tres años los niños pueden comprender conceptos de dinero y recientemente, un reporte de la Universidad de Cambridge comprobó que los hábitos financieros se forman a partir de los siete años. Entonces, ojo ahí.

¿Qué estás haciendo hoy para inculcar en tus hijos, nietos o sobrinos una vida financiera más sana?