Reflexiones financieras al quedarme en casa

Ya lo hemos visto. La economía y el mundo se está moviendo.
Últimamente mis días son muy diferentes, unos muy positivos y llenos de inspiración pero otros no tanto.

A pesar de los altibajos, me he puesto a reflexionar profundamente:

¿De qué manera puedo ser más previsor/a y cuidados/a con el dinero?

¿Cómo puedo aprovechar mis ingresos fijos para mejorar mi futuro y calidad de vida?

Ahorro sin tentaciones

Todo empieza desde el momento en el que sabemos cuál es la cantidad que gastamos. 

Yo, por ejemplo y antes de la pandemia: definí un monto para gastar en salidas los fines de semana y otro para darme gustos. Ahora utilizo los dos para traer “mi finde” a casa y la verdad es que me ha sobrado dinero. Poco a poco he apartado 20% y hasta 30% de mi sueldo para el ahorro, para mis viajes futuros, ahorro de emergencias y mejoras del hogar.

Algo “bueno” de este “año CERO” es que no hay muchas tentaciones de compra o FOMO (Fear Of Missing Out), así que ahorrar en estos tiempos podría ser más fácil que antes.

Mejoras del hogar

Trabajar en casa me ha traído dolor de espalda y en mis tiempos muertos, una invasión de Marie Kondo súper positiva. 

A continuación algunos cambios positivos al estar en casa:

  • Invertir en un espacio de oficina: comprar una silla que más allá de que sea bonita sea amable con mi espalda. 
  • Donar o vender todo aquello que pensaba que necesitaba.
  • Reemplazar cosas que ni utilizo por otras que sumen a mi calidad de vida o paz mental. Pasamos 24 h en nuestra casa, hay que darnos esos gustos que nos harán más felices durante el día.
  • Disfrutar mi hogar: me he dado cuenta que cada m2 cuenta (no importa si lo pagas o lo rentas), vuélvelo aprovechable: cada espacio debes ser funcional y eso debe hacerte feliz.
  • Invertir en aquellas cosas que antes no tomaba tanto en cuenta, como mi cama, muebles y mantenimiento. 

 

¿Quiero vivir en la ciudad toda mi vida laboral?

Trabajar desde casa ha puesto sobre la mesa algunas ventajas en pro de los millennials.
Por ejemplo:

  • Tu hogar no necesariamente tiene que estar cerca de dónde trabajas.
  • Amamos viajar y si has sabido manejar bien tus tiempos y ser responsable en la chamba, en un futuro podrás negociar con tu jefe el escaparte a un lugar tropical y trabajar desde allá.
  • Vivir en colonias trendy, ¿te beneficia o más bien es por pertenecer a un estatus social?

Si eres comprometido y responsable piensa que este presente puede traerte más opciones de vivir en otro lado (no tan caótico y caro) en un futuro.

 

Trabajos secundarios 

Algunos amigos han descubierto su lado de cocineros, han explotado sus hobbies o han encontrado otras formas de tener ingresos. 

Esto se ha vuelto un segundo trabajo, ejemplo:

  • Clases de inglés por Zoom.
  • Venta de comida a domicilio.
  • Venta de material para desinfectar locales.
  • Pinturas y cuadros para mejorar el hogar.

Introspección

Estábamos acostumbrados a un estilo de vida demasiado rápido, a estar en constante movimiento durante el día. Hoy es lo contrario y algunos han aprovechado este tiempo para sanar problemas personales. Hoy más que nunca, normalicemos el 'ir a terapia'.

Al final, lo positivo de los obstáculos es que siempre tenemos la opción de aprender y evolucionar. Creo que lo más importante es que nuestra creatividad no se vea afectada. La clave está en encontrar nuevas formas de cuidar nuestra economía y paz mental.. 

Etiquetas:
Temporada Empleo
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