Si quieres un aumento, rompe estos tabús
En las noticias dicen que los jóvenes de hoy somos revolucionarios, vamos contra corriente y somos retadores por excelencia (en eso tienen algo de razón, no somos tan fáciles de convencer). Mi tía varias veces me ha dicho: “¿y para cuándo la boda?” u otras veces me dice: “yo a tu edad ya tenía 2 hijos”.
Seguro me entiendes, me consta que al menos alguien de tu familia ya te lanzó algún comentario de este tipo. Lo que yo hago es poner mis ojos en blanco mientras le respondo un -no- rotundo, y ella por consiguiente me dice que mi generación es muy rara. Creo que nuestros papás todavía no entienden para qué son los perrhijos.
Créditos: Simona Kidric
Lo que sí me parece raro es esto: si somos tan valientes para defender nuestros ideales ¿por qué no hacemos lo mismo para negociar con nuestros jefes y mejorar nuestra calidad de vida? No debemos cerrarnos a la idea de formar una familia, pero lo más recomendable es dar un paso a la vez.
- Primero fortalece tu manera de negociar (autoestima).
- Crece profesionalmente (un ascenso o un ingreso extra por otras actividades).
- Y finalmente da el “big step”, que tanto menciona a mi tía (responsabilidades más grandes, o sea, los hijos).
Créditos: Andrea Piacquadio
¿Hablar de dinero es un tabú?
Para todos es mucho más sencillo hablar de sexo, religión, política y evitamos a toda costa los temas de dinero (con tu pareja, en la oficina, con tu familia y hasta contigo mismo).
Antes de que empieces a responsabilizar a tus padres por tu escasa participación en temas financieros, queremos decirte que esto no es una problemática propiamente de nuestros padres, sino que es una problemática general; por ejemplo, una encuesta realizada por Lexington Law indicó que sólo una de cada 10 personas se siente cómoda cuando habla de dinero en una cena.
Esta es la puritita verdad. La sociedad, el sistema y el universo nos enseñaron que debemos ser muy herméticos con las cuestiones financieras.