¿Cómo hacer un buen presupuesto familiar?

Sin duda, en alguna ocasión has ido al zoológico, ¿cierto? Imagina que quieres irte directo a ver a los leones, pero no sabes exactamente dónde están, ¿qué es lo que haces? ¡Pero qué pregunta tan obvia! Seguro tu respuesta sería: “Me voy a revisar el mapa, para saber en dónde estoy parado y ver qué camino es el que debo de tomar para llegar con los felinos”.

Así funciona tu presupuesto, te va a indicar en dónde estás parado en cuanto a tus finanzas se refiere, para así saber el punto de partida hacia tus objetivos.

Ahora bien, no es lo mismo hacer un presupuesto personal, que uno familiar. Recuerda que el presupuesto es el registro de todos tus ingresos y gastos que tengas en un periodo de tiempo determinado.

Cuando lo haces personal, no hay tanta bronca, porque es más fácil que tú solito te pongas en orden y lleves el registro de tu dinero, en el mes, por ejemplo.

Pero cuando hablamos del presupuesto familiar, ya estamos involucrando a una o más personas a la ecuación, y aquí es donde se pone interesante la cosa, pues nos tenemos que sentar a planificar y organizar los acuerdos a los que vamos a llegar, para llevar unas sanas finanzas en convivencia en familia y no morir en el intento.

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Familia feliz joven hablando mientras almuerza en la mesa del comedor

Salarios

Pongamos un ejemplo de una familia tradicional, donde mamá y papá son ambos proveedores económicos de la familia.

Proporcionalidad de ingresos

Papá tiene solo ingreso fijo (sueldo) de $20,000 libres y mamá tiene una combinación entre ingreso fijo (sueldo) $15,000 y variable (comisiones) entre $30,000 y $50,000 libres.

Si hablamos de cómo podría distribuirse el presupuesto (es decir, quién paga qué y cuánto), sería muy desigual ponerle un monto fijo a lo que cada uno deberá aportar.

Por ello, lo que más recomendable, puede ser que se asigne un porcentaje de los ingresos de cada uno, para que la cosa sea más equitativa, ya que con papá sabemos el monto exacto de lo que recibirá cada mes, pero con mamá no siempre será igual, por lo que llevar un orden y un registro a detalle será fundamental.

 

Para los ingresos variables

Para el caso de los ingresos de mamá, se puede sacar un promedio mensual con los ingresos que tuvo durante un año, y eso ayudará a tener una noción de lo que genera mes con mes.

Antes de comenzar a destinar porcentajes y que tomen la decisión de qué y cuánto van a aportar, hay que tener presente cuánto es el monto de la “caja chica”, es decir, lo que actualmente tienen de saldo en la cuenta familiar. 

Así mismo, a cuánto ascienden las deudas familiares, por ejemplo, si se tiene un crédito hipotecario, mensualidades de un auto, etc.

Los ingresos serán el punto de partida.

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parejas y hombres y mujeres están analizando juntos los gastos o las finanzas en las cuentas de depósito

Gastos fijos y variables en familia 

Una vez que ya sabemos cuánto tenemos y cuánto debemos, ahora sí, hay que empezar a desmenuzar y separar nuestros gastos, y entendiendo que hay 2 principales tipos de gastos que debemos considerar, y que, a su vez, estos se subdividen:

  1. Gastos fijos: Son todos aquellos que sí o sí, debemos de cubrir mes con mes, como pueden ser: la hipoteca o renta del hogar, colegiaturas, despensa, seguros, entre otros.
  2. Gastos variables: Estos resultan no ser los mismos cada mes, pero si nos descuidamos, pueden ser muy dañinos para nuestras finanzas:
    1. Gastos hormiga: De poquito en poquito, se nos vacía el bolsillo, como con las  compras en las tienditas de botanas, cafecitos, propinas, etc.
    2. Gastos fantasmas: Los que pagas y pagas, pero jamás recibes nada como cuando pagas comisiones por usar cajeros que no son de tu banco, cuentas de streaming que no te alcanza la vida para ver, esa mensualidad del gym al cual nunca vas…
    3. Gastos superfluos: Son los gastos tontos que tenemos, aquellos lujos innecesarios, como cambiar de celular cada 6 meses, cuando compramos cosas “solo porque están en oferta”, etc.
Los gastos de los peques

¡Ojo aquí! Cuando ya tenemos peques en casa, también hay gastos variables que nos van a salir aparentemente “de la nada”, pues cada salida no planeada con ellos puede salirnos muy caro, pero si las salidas familiares las vamos programando y les destinamos un presupuesto, ya no nos pegan tanto.

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