¿Estoy list@ para despedirme del Home Office?
Poco a poco regresamos a la “normalidad” que conocemos, en algunas ciudades ha comenzado el regreso a clases, a nuestros trabajos y a la rutina fuera de casa que vivíamos antes de la pandemia por COVID-19, pero ¿estamos preparados para despedirnos del Home Office?
El trabajo remoto existía desde mucho antes del confinamiento, algunas empresas sobre todo de la industria tecnológica como Microsoft o Google ya habían implementado esquemas de trabajo remoto o híbrido, sin embargo, con la llegada del confinamiento a nivel mundial, esta modalidad se convirtió en una opción para otras industrias.
El teletrabajo en México fue bien recibido, de acuerdo con un análisis realizado por la firma KPMG, 91% de la fuerza laboral adoptaría este esquema después de la pandemia si estuviera disponible debido a que trabar desde casa permitió a los colaboradores reorganizarse, convivir con su familia y sentirse menos expuestos a la delincuencia. Debemos tomar en cuenta que, en la realidad, el Home Office no fue (ni es) una opción para todos los empleos, durante este tiempo muchas personas no dejaron de asistir de forma presencial a sus trabajos así que esta “oportunidad” se convirtió en un reto para las personas que, por ejemplo, tenían que seguir asistiendo a sus trabajos mientras sus hijos eran enviados a casa para tomar clases en línea.
En un contexto de emergencia sanitaria a nivel mundial, vivimos una rápida transición al trabajo remoto muchas veces sin capacitación ni dirección. Consideremos, además, que vivimos un momento histórico con consecuencias colectivas e individuales, derivadas sobre todo de problemas de salud y de la economía del hogar, lo que provocó que esta transición se diera abruptamente y en medio de una (o varias) situaciones de estrés.
Los retos del Home Office
A pesar de que esta transición al esquema de Home Office se dio más por reacción que por acción, la adaptación para los colaboradores y las empresas fue en general, exitosa: para 85% de las empresas entrevistadas por KPGM sobre los Retos del teletrabajo en México, la modalidad de Home Office ha conservado o incrementado la productividad cifra que se eleva a 91% por parte del talento entrevistado. Entonces ¿por qué despedirnos del Home Office? ¿por qué las empresas quieren regresar a sus colaboradores a la oficina de tiempo completo?
De acuerdo con el último reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática, cada día hay menos empresas que quieren adoptar el trabajo a distancia como opción; en México tan solo 10% de los trabajadores se encuentra bajo la modalidad de Home Office, cifra que en 2020 ascendió hasta 20%.
Y es que si bien esta modalidad de trabajo nos permite gestionar mejor el tiempo al no tener que perder horas de nuestro valioso día en el tráfico o en el transporte público, del otro lado existen varios retos relevantes para la adopción del trabajo remoto en Latinoamérica: el primero de ellos es el acceso a internet o los problemas que se presentan en zonas sin conexión estable a internet, a esto también debemos sumar la necesidad de compartir tu uso de datos con el resto de los usuarios en casa, lo que provoca fallos en la conexión, en la comunicación y en la recepción del mensaje… ¿a cuántos no nos ha tocado escuchar al herman@ en clases en línea, al hermanito jugando Xbox, al esposo en junta?
La productividad es otro de los retos que hace temblar a las empresas cuando se trata de adoptar esta nueva modalidad de trabajo y muchas veces el reto no viene de la organización en sí, sino del estilo de liderazgo que enfoca el rendimiento laboral en las horas trabajadas y no en los resultados. Los principales retos de este obsoleto estilo de liderazgo tienen que ver con la comunicación y supervisión, el respeto del derecho a la desconexión y la determinación de horarios laborales, aquí en Querido Dinero ya hemos platicado al respecto por lo que invitamos a leer Mejora la comunicación con tus colaboradores en Home Office.
Para las empresas la adopción del trabajo remoto ha representado un cambio incluso en su estructura financiera, ahora es necesario renovar los equipos de cómputo con regularidad para asegurarnos de que los colaboradores cuenten con herramientas eficientes para desempeñar sus tareas. Además, en 2019, en México hubo una modificación al artículo 311 de la Ley Federal del Trabajo para que existiera una regulación en el teletrabajo misma que incluye una subvención a los servicios de telecomunicaciones y la parte proporcional de electricidad, por lo que su adopción es percibida como “más gastos” que beneficios para la empresa.
Si bien esta Ley no proporciona a las empresas una fórmula definitiva para aplicar este tipo de apoyos, habrá que realizar un comparativo del costo – beneficio ante las ventajas que puede tener el teletrabajo, entre ellas, el ahorro en rentas de oficinas, en suministros de oficina, la opción de contratar a personas de otra zona geográfica y propiciar un mejor ambiente laboral.
Una alternativa que llegó para quedarse.
No podemos olvidar a aquellos trabajadores que no dependen precisamente del liderazgo de un patrón pues manejan su propia cartera de clientes, me refiero a los trabajadores independientes: doctores, asesores financieros, diseñadores gráficos, arquitectos, entre otras profesiones y oficios que te permiten tomar la decisión personal de seguir trabajando desde casa o no hacerlo.
Esta importante decisión dependerá de tus responsabilidades y tareas, por ejemplo, para un doctor o doctora es sumamente relevante contar con el material de su consultorio médico para dar un diagnóstico más certero, en el caso de una asesora financiera y profesora a distancia como yo, he logrado adaptarme a esta nueva modalidad de trabajo que además me ha abierto puertas para trabajar en zonas geográficas que jamás hubiera imaginado.
Si tienes este tipo de trabajo ya tendrás un largo camino recorrido (al menos desde 2020) en donde has aprendido a construir un horario o rutina para trabajar; trabajar de forma independiente es un enorme reto pues no hay nadie “forzándote” a cumplir un horario o tus tareas, puede ser un camino muy solitario pues no hay “compañeros de trabajo” con quien platicar. Es natural sentirnos aislados, si este es tu caso, te recomiendo darte una vuelta por una cafetería o un co-working de vez en cuando para practicar tu networking y conocer a más personas que entienden cómo te sientes.
Continuar o no en el esquema de Home Office dependerá de muchos factores; en primer lugar, de tu libertad para tomar la decisión, si es mandatorio siempre puedes proponer un análisis del costo – beneficio a tu empleador para “venderle” la idea de continuar en Home Office, recuerda que Cualquier persona debería desarrollar la habilidad de vender. Contar con una buena conexión a internet y las herramientas tecnológicas adecuadas viene después, finalmente tus resultados y tu eficiencia dependen en gran medida de este factor. De forma personal, la autodisciplina juega un papel determinante para decidir si te desempeñas mejor en casa o en oficina, tener la libertad de trabajar desde cualquier lugar del mundo conlleva, a su vez, una enorme responsabilidad de autogestión.